
El origen del penalti se remonta al 14 de febrero de 1891, cuando un jugador del Notts County detuvo un gol con la mano al Stoke City en el último minuto de los cuartos de final de la Copa FA, en Reino Unido. En la ocasión, se decidió un cobro de tiro libre para el Stoke City a pocos centímetros de la línea de gol y el guardameta se paró justo delante del balón. La ejecución: lamentable. Desde ese día han pasado 133 años y el fútbol ha evolucionado, incluso la forma en que se tira desde los 12 pasos, u 11 metros como se ha establecido oficialmente. Un tiro, que ha sido clave en situaciones decisivas y que ha dado pie a cambiar la mentalidad de los futbolistas, como el caso de España en la Eurocopa de 2008. Lo demás es historia...
Cuatro meses más tarde de ese hito, en Glasgow, en el marco de la junta directiva de la Asociación Internacional de Fútbol, la FA islandesa sugirió una nueva regla sobre los tiros penalti: los jugadores podían ejecutar un penalti desde cualquier punto a 12 metros de la línea de gol y el guardameta podía avanzar al menos 6 metros para salvarlo, según datos de Wired.
Tras ese episodio cambiaron las reglas del juego y desde entonces se ha modificado y perfeccionado hasta convertirse en lo que conocemos y amamos/odiamos hoy: el penalti oficial desde los 11 metros.
Las probabildiades de convertirse en gol
Según el medio británico, la probabilidad de que se marque un penalti es de alrededor del 70%. En el Mundial de 2022, se marcaron 22 de los 29 penaltis dictados en el juego, lo que corresponde al 76%. Hasta el comienzo de la Eurocopa de este año se habían marcado 88 penaltis en la competición, de los cuales 62 se convirtieron en gol, es decir, el 70%. La tanda de tiros desde los 12 pasos (introducida en la Eurocopa de 1976 y en la Copa del Mundo de 1978) también tiene aproximadamente la misma tasa de conversión.
En las tandas de penaltis del Mundial, 222 de 320 penaltis se han acertado (69%). En la tanda de penaltis de la Eurocopa, la tasa de conversión es un poco mayor: 178 de 232 (77%), agrega el medio.
Por qué el punto de penalti está a 11 metros
Con estos datos, se plantea la pregunta, ¿por qué hay que lanzar penaltis desde 11 metros? (a excepción de los años 90' en EEUU donde la ejecución era diferente)
Existe una explicación histórica y otra física. Sobre la histórica, la respuesta es simple, la FA decidió esa regla en 1891 y probablemente nunca haya cambiado, porque anotar siete de cada 10 penaltis ofrece una buena combinación de "riesgo, recompensa y drama", que es lo que genera ese amor/odio con los penaltis, sobre todo, en decisiones decisivas como en una final de un torneo mundial.

Sobre la física, John Wesson señala en The Science of Soccer que "mueva la pelota más cerca o más lejos, las probabilidades comenzarán a inclinarse demasiado hacia un lado o hacia otro. Teniendo en cuenta la resistencia del aire, un tiro perfectamente dirigido a 128 km/h en la esquina superior de la portería podría, en teoría, derrotar a un guardameta desde 35 metros. Muévete 9 metros o más cerca de la portería y la probabilidad de anotar aumenta constantemente. A 2,7 metros, es casi el 100%".
De esta forma, los 11 metros establecidos son prácticamente el punto ideal: "se aplican suficientes penalizaciones para recompensar la habilidad y la buena colocación, y se evitan suficientes penalizaciones para recompensar las buenas conjeturas, la investigación y la agilidad de los guardameta", explica Wired.
La estrategia del pateador y del guardameta
De los 88 penaltis de la Eurocopa que se impusieron antes del torneo de 2024, sólo 18 se salvaron, según datos del medio británico. En este contexto, el inglés Jordan Pickford es un guardameta que ha utilizado el comportamiento pasado de los lanzadores de penaltis y sus posiciones preferidas de gol para predecir sus elecciones futuras, manteniendo estos datos en su botella que guarda en la portería y le sirven de referencia o de 'chuleta'
Por su parte, para un delantero, confiar en la física para marcar el penalti perfecto tiene que ver con dos cosas: velocidad y dirección, destaca Wired. A 128 km/h un guardameta tiene aproximadamente un tercio de segundo para realizar una parada. Como este es similar a su tiempo de reacción, la única posibilidad de que se salve es adivinar correctamente hacia dónde se dirige. Y ahí es donde entra en juego la colocación del tiro.
"La envoltura de buceo"
Una investigación realizada por la Universidad de Bath encontró una "envoltura de buceo" que cualquier guardameta puede cubrir si se empuja en cualquier dirección con la máxima fuerza. La probabilidad de puntuar dentro de la envoltura de buceo es del 50%, mientras que la probabilidad de puntuar fuera de la zona de buceo es del 80%.

La envoltura de buceo cubre el 70% del área de portería, lo que significa que un lanzador de penaltis tiene el 30% de la portería a la que apuntar para mejorar drásticamente sus probabilidades de anotar. Y si lo aciertan, invariablemente anotan.
Mejor tasa de conversión: preparación para el penalti
Para los mejores lanzadores de penaltis, tener una tasa de conversión máxima es cuestión de preparación. Como el caso del inglés Harry Kane, que ha lanzado 85 penaltis y anotó 74, una tasa de éxito del 87%.
"Trato de practicar todos los diferentes tipos de situaciones y asegurarme de estar preparado para cualquier cosa que venga", ha manifestado Kane. Cuando llegue el momento, Kane ya tiene un plan elaborado sobre cómo anotará un penalti. Esa claridad mental, combinada con una gran técnica, aumenta sus posibilidades de anotar. "Estoy preparado para todo, ya sea un penalti o una jugada a balón parado", ha afirmado el delantero.
Por esta razón, si quieres que la física esté de tu lado, apunta alto y golpea la pelota con fuerza. En este sentido, un cambio de reglas bastante reciente diseñado para ayudar a los guardametas puede haber tenido el efecto contrario.
Hasta 1997, los guardametas debían permanecer inmóviles en el centro de la portería hasta que golpeaban el balón. Desde el cambio de reglas, se les ha permitido rebotar a lo largo de su línea, cambiando drásticamente el alcance de su envolvente de buceo. Esto significa que potencialmente pueden llegar a mucho más de un lado de la portería, pero dejar el otro lado completamente abierto. Los lanzadores de penaltis inteligentes ahora usan esto a su favor al cambiar sutilmente la velocidad de su carrera para desplazar el peso del guardameta.
El "error irónico" y el fallo del penalti
En cualquier caso, según concluye el medio británico, la física está muy bien, pero como demuestra un experimento de seguimiento ocular los futbolistas no son robots. Y bajo la presión más extrema, resulta que el cerebro te juega trucos aún más crueles y aparece el efecto de "error irónico" es el resultado de que los jugadores evalúan inconscientemente todos los resultados probables y luego se sienten abrumados. Razón por la cual se fallan los tiros desde los 12 pasos.
La tanda de penaltis que quitó los miedos a España
En esta jornada, en la Eurocopa de Alemania 2024, se ven las caras dos que saben del sufrimiento en penaltis: España versus Italia, un clásico desde los 12 pasos. En este contexto, uno de los principales hitos de estos encuentros fue en 2008, cuando el equipo formado por Luis Aragonés le ganó en una tanda de penaltis a la selección 'Azzurra' en cuartos de final en el torneo realizado entre Austria y Suiza. Esa tanda dio un giro al fútbol español y a su mentalidad. Fue la antesala de lo que fue ganar el Mundial de 2010 y la Eurocopa de 2012.
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