
Agentes de la Policía Nacional, en una operación conjunta con la Guardia Civil han desarticulado durante la Operación "KALINKA-TIRANO", una organización criminal dedicada a realizar estafas a través de internet en todo el territorio nacional.
Fruto de la investigación, se llegó a la conclusión de que eran cometidas por un grupo perfectamente organizado y cuyo líder era un hombre natural de Murcia. Durante la investigación, se han llegado a contabilizar más de 300 denuncias en todo el territorio nacional por diferentes tipologías de estafas como la suplantación mediante secuestro de cuentas de WhatsApp y solicitud de dinero a contactos, estafa de alquileres vacacionales, contratación de micro préstamos fraudulentos a nombre de terceros, apertura de cuentas bancarias usurpando la identidad de terceros, phishing, smishing e "hijo en apuros".
Gracias a la investigación se han identificado a cinco miembros de la organización en las provincias de Murcia, Málaga, Alicante y Tenerife, investigando a cuatro de ellos y pudiendo determinar que el líder de la misma residía desde hace varios en Rumanía, desde donde perpetraba su actividad delictiva. Cientos de cuentas bancarias fraudulentas han sido investigadas, donde se han detectado movimientos de más de 10 millones de euros.
El cabecilla había adquirido una impresora industrial para la impresión de documentos de identidad en soporte físico, los cuales empleaba para la apertura telemática de cuentas bancarias con identidades usurpadas o falsas, utilizando las mismas para la obtención y el blanqueo del dinero obtenido fraudulentamente, el cual posteriormente empleaba en la compra de criptomonedas.
De la investigación llevada cabo hasta la fecha han aflorado más de 55 identidades usurpadas con cientos de cuentas bancarias abiertas con las mismas, habiendo detectado hasta la fecha movimientos por más de 10 millones de euros.
En el registro practicado en el domicilio del Bucarest, se intervino una estación de minado de criptomonedas, dos ordenadores portátiles, discos duros de una CPU de sobremesa, varias tarjetas bancarias fraudulentas, una impresora industrial especial para la impresión de tarjetas, 55 documentos nacionales de identidad españoles falsificados, así como cientos de soportes de tarjeta para su impresión.
La investigación inició en de agosto de 2021 cuando se personaron en dependencias de la Guardia Civil cinco personas denunciando haber sido estafados previo secuestro de sus cuentas de WhatsApp. Del mismo modo y sobre las mismas fechas, otras ocho personas denunciaron hechos con idéntico modus operandi, tal y como informa la Policía Nacional.
Ante el incremento de este tipo de denuncias y la similitud del modus operandi, comenzó una investigación al respecto.