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Ola de dimisiones en el fondo que ha impagado la última 'palanca' del Barça

  • También salta otro miembro del consejo de Libero, el vehículo que adquirió el 10% de la filial digital del club 
  • No ha abonado los 40 millones comprometidos y el conjunto azulgrana iniciará acciones legales, dice 
El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta. EE
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En pleno conflicto entre el FC Barcelona y el fondo Libero por el presunto impago de la última palanca del conjunto azulgrana, el vehículo inversor alemán sufre la escapada de algunos de sus máximos directivos. Peter Kenyon, antiguo consejero delegado de Umbro y de clubes como el Chelsea y el Manchester United, ha dimitido este mes de diciembre como consejero. Un camino en el que le acompañó el mismo presidente del órgano, Matthew Hoffer. Ambos fueron nombrados hace apenas seis meses.

Según explicó el fondo al regulador bursátil alemán, ambas dimisiones se dieron "con efecto inmediato" y se comunicaron apenas tres días antes de que finalizase el plazo para abonar los 40 millones comprometidos a cambio del 9,8% de Barça Vision, la filial digital que el club pretendía -y oficialmente todavía pretende- sacar a bolsa.

Kenyon era el rostro más reconocido del fondo, que en verano viró su estrategia y con la operación firmada con el Barcelona quiso reorientarse hacia el sector deportivo. El británico, que según la prensa deportiva mantiene una buena relación personal con Joan Laporta, fue el consejero delegado de la marca deportiva Umbro, para saltar luego al Manchester United entre 1997 y 2001 y después ser el primer ejecutivo del Chelsea entre 2003 y 2009. Junto a él también dimitió Matthew Hoffer, consejero nombrado en junio, con experiencia en JP Morgan y el Foro Económico Mundial. Así, dimitieron dos de los cinco miembros del consejo del vehículo inversor.

En su lugar, Libero piensa en colocar a Klaus Brüggermann, exdirector de recursos humanos de Lufthansa, y a Roland Bischof, experto en marketing deportivo.

Sin embargo, la sacudida al frente de su organigrama no hace más que generar nueva incertidumbre alrededor de una vía de ingresos con la que el Barcelona siempre contó públicamente. El club esperaba la inyección de los 40 millones en el último trimestre, pero el dinero nunca llegó y, según EFE, la entidad prepara ahora acciones legales.

Se trata, no obstante, del segundo impago que vive el Barça con la misma palanca, aunque le haya servido para poder inscribir futbolistas a cambio de unos ingresos que no han terminado llegando. En verano de 2022, Jaume Roures y la plataforma Socios.com se comprometieron a desembolsar 100 millones cada uno por, respectivamente, el 24,5% de la filial. La cantidad total nunca se llegó a abonar, pero fuentes financieras aseguran que no se incumplió ningún contrato y que estaba previsto dar entrada a nuevos inversores.

Ahora, el entorno del club explica que Laporta y sus asesores buscan alternativas a Libero antes de terminar la temporada. También el propio Libero admitió en noviembre que estudiaba revender su participación.

El beneficio contable para el Barça

A pesar de los repetidos giros de guión, el club sí uso estas operaciones para valorar en 400 millones la filial en cuestión. Al cierre de la temporada 2022/2023, antes de la entrada de Libero –que llegó junto a un inversor chipriota que no ha sido revelado-, se anotó un tanto de 400 millones a pesar de que solo llegó a ingresar en caja 20 millones –10 millones de Roures y 10 de socios.com-, pero por la que se ha apuntó un beneficio "por la enajenación de participaciones en activos financieros" de 192 millones gracias a que fue la cantidad que acordaron pagar tanto Roures como Socios.com a repartirse entre los próximos años.

Pero resulta que existía un acuerdo que permitía la búsqueda de nuevos inversores, según fuentes al corriente del proyecto. Fueron Libero y el fondo chipriota asesorado por Nipa Capital. Y mientras el plan de pagos cambió por completo, la entidad se apuntó unas ganancias añadidas de 208 millones de euros al revalorizarse el 51% que todavía ostenta de la filial a tenor de lo que se había acordado con los compradores

Si lo que vendo, el 49%, vale 200 millones -192 millones al descontar gastos-; lo que tengo ahora, el 51% restante, vale 208 millones. "Es una jugada que si hubieran hecho otros sería una jugada maestra", presumió el vicepresidente económico Eduard Romeu, en la presentación de resultados.

La organización señaló que la valoración la hizo un auditor del que no desveló el nombre. No obstante, la jugada puede ser un arma de doble filo: igual que se ha revalorizado, si no se cumplen las expectativas de negocio de la unidad de negocio habrá que deteriorarlo con las consecuentes pérdidas.

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