
Aunque la mayoría de la población lo ignore resulta que, sí, es legal buscar oro en España, sin embargo, con ciertos matices. En el resto de Europa la legislación no es muy distinta, y en países como Francia la búsqueda de oro, o de cualquier otro mineral, está permitida siempre que no se produzcan daños "en bienes de valor histórico, artístico, científico, cultural o monumental, o en yacimientos arqueológicos, terrestres o subacuáticos", tal y como indica el artículo 323 del propio Código Penal español. Si bien es recomendable pedir autorización para evitar problemas.
No obstante, en otras naciones sí que está completamente prohibida está actividad, esto es Portugal, Alemania u Holanda. De otro lado, países como Rumanía e Inglaterra cuenta con un marco legal completamente opuesto: sin apenas restricciones y con un sólido apoyo gubernamental que puede llegar a proporcionar un listado completo de los lugares permitidos para la búsqueda particular de minerales y de aquellos emplazamientos prohibidos.
Pero, lo mejor de todo no es que esté permitido la búsqueda del 'dorado', sino que es totalmente legal quedarse en propiedad las pequeñas pepitas de oro nativo (el mineral encontrado en la naturaleza en su estado original) que puedan encontrarse resultado de esas batidas, la mayoría en zonas de ríos o incluso playa. De hecho, en España, no existe ninguna ley que regule la obtención de oro en pequeñas cantidades.
Otra cuestión sería el hallazgo de un yacimiento o de un gran depósito. En tal caso sí sería obligatorio dar parte y solicitar un permiso de excavación, siempre y cuando el terreno fuera en propiedad.
Comarcas de Narcea y el Bierzo: claves para el oro español
La forma más frecuente de buscar oro de manera particular es a través del uso de detectores de metales, los mismos que se utilizan también en zonas de playa para encontrar monedas u otros objetos metálicos. En realidad, maquinaria de mayor tamaño sí está expresamente prohibida de manera legislativa.
Aun así, esto significa que cualquier persona puede dedicarse a la búsqueda de riquezas sin ningún problema, siempre y cuando se respeten aquellas zonas protegidas o medioambientalmente restringidas.
Aunque existen distintos puntos a lo largo y ancho de todo el territorio español conocidos por gran concentración de oro, algunas localizaciones son más relevantes que otras. Por ejemplo, Asturias es una de las comunidades autónomas más importantes al respecto, con dos enclaves fundamentales: el río Narcea y la localidad de Tapia de Casariego. El primero ubicado en plena comarca de Narcea, donde hace tan solo unos años se reactivaron varias explotaciones hace años abandonadas, y el segundo a pocos km de Galicia y a los pies del mar Cantábrico aguarda el que se cree el mayor yacimiento de oro de Europa, con una estimación de más de 30 toneladas (pero aún sin explotar).
Es importante destacar también otras zonas fluviales concurridas de manera habitual por los 'cazadores' de oro, como el río Genil, en plena vega granadina, el río Segre, el principal afluente del río Ebro, el río Nalón, también en Asturias, y el río Eria, entre las localidades de Zamora y León, otra de las grandes ciudades en el pasado en cuanto a extracción de oro en España.

Es más, las conocidas como las Médulas, en plena comarca de El Bierzo, sirvieron ya en el s.I como yacimiento aurífero para la población romana de aquel momento y a día de hoy están consideradas como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Se estima que, en su punto álgido, los romanos podrían extraer de las Médulas más de 1,5 toneladas de oro al año.
Oro a menos de dos horas de Madrid
En total, en España existe más de un centenar de yacimientos de oro localizados y más emplazamientos aún sin explotar ni catalogar debido a la falta de estudios geológicos en diversas zonas del país.
Aunque la mayoría de las explotaciones se encuentran en comunidades como Andalucía, Asturias o Castilla y León, también es posible encontrar oro en Madrid y sus alrededores, en concreto a menos de dos horas de la capital, en la Sierra de Ayllón, que también pertenece en parte a Segovia y Guadalajara.
Si bien es verdad que la cordillera montañosa está formada principalmente zonas litológicas de granito, pizarra y gneis existen bastantes posibilidades de dar con otros minerales como, efectivamente el oro. De hecho, ya existen indicios después de que a principios del s.XX se realizaran exploraciones intensivas en la zona, más en concreto en las localidades de Madriguera, El Muyo, Serracín y El Negredo en Segovia y Becerril de la Sierra en Madrid.
Y a pesar de que no está confirmado el yacimiento aurífero, la Sierra de Ayllón es zona común para los buscadores aficionados que aprovechan la diversidad del territorio y las extensiones fluviales del entorno, como el río Riaza, para localizar el 'dorado'.