
La excentricidad llega a un nivel que las personas millonarias están desarrollando espacios o bunkers que los mantendrá con vida después de un eventual desastre apocalíptico como puede ser un terremoto o una guerra nuclear. Entre ellos, resalta el nombre de Mark Zuckerberg y su nueva y millonaria inversión que lo protegerá de cualquier catástrofe.
Hablamos de una tendencia hacia la "protección" personal que, entre los más poderosos del mundo, toma fuerza y se ejemplifica en los proyectos de mansiones fortalecidas como bunkers de millonarios de la talla de Zuckerberg.
Según detalla Wired, el recinto inmobiliario del CEO de Meta, conocido como 'Koolau Ranch', tiene un valor estimado de 270 millones de dólares (250 millones de euros al cambio), el cual está compuesto por su propio búnker con entradas secretas, dos mansiones que se conectarán por un túnel y un sistema con capacidad de autoabastecimiento con su propio depósito de agua y con más de 500 hectáreas para la ganadería y agricultura.
Recinto plurifamiliar
El recino es plurifamiliar, al parecer el CEO de Meta quiere albergar también a otras personas. Y es que, cuenta con varias edificaciones, con un total de 30 dormitorios, 30 baños, dos mansiones principales y varias casas del árbol conectadas por puentes colgantes.
"A nadie que participe en este proyecto se le permite hablar de lo que se está creando allí. Casi todos los que pasan por la caseta de seguridad, desde carpinteros a electricistas, pintores o vigilantes, están sujetos a un estricto acuerdo de confidencialidad, según varios trabajadores implicados en el proyecto", detalla Wired.
Accidentes en la obra de Zuckerberg
Una obra de este calibre trae consigo altos "riesgos". Bien lo saben los trabajadores que están participando en este bunker y que han confesado a Wired una seguidilla de accidentes durante la construcción del complejo. En este contexto, uno de ellos sufrió un infarto al subir un sendero pronunciado para poder salir del recinto y una maquinaria pesada tuvo una caída en febrero pasado con el operador adentro, según lo confirman documentos jurídicos que consultó el medio británico.