Nueva varapalo para el Gobierno de España ante el caso de la captura del cangrejo de las nieves. Ya no es solo un residente molvado, sino también su socio ruso, Igor Smirnov, accionistas del 50% de Mariscos Polar.
El conflicto reside en que las autoridades españolas han suspendido y revocado los permisos de captura de este crustáceo, y por lo tanto, una expropiación de las inversiones del ciudadano. Nicolai Visnea, el residente moldavo propietario al 50% de una empresa con sede en España, Mariscos Polar, reclama al Gobierno una indemnización de 31,5 millones de euros por los daños y prejuicios sufridos.
Ahora, el accionista ruso asegura que podría llegar a reclamar, además de esta misma indemnización, la mitad de la facturación que ha perdido la empresa estos años, y que podría ser de más de 63 millones.
El origen del conflicto
La captura de los cangrejos de las nieves es una actividad reciente, pero muy rentable, pues, según los informes supone un ingreso de medio millón de euros mensuales. Además, según apunta el abogado de Visnea, "la Comisión Europea ha autorizado a algunos Estados miembros (en concreto, España, Estonia, Lituania, Letonia y Polonia) a conceder permisos para capturar cangrejos de las nieves".
No cabe duda de que las repetidas suspensiones por parte de España de los permisos de captura del cangrejo de las nieves y su revocación definitiva han perturbado la actividad del Adexe Primero y de su armador, Mariscos Polar. Por todo esto, el residente moldavo exige una "expropiación contra España". Además, el país tendría que haber proporcionado alternativas para evitar la interrupción del negocio.
"España fue el único país miembro que interpuso medidas tan duras. Y ha incumplido la norma de trato justo y equitativo", señala el abogado, y agrega que "no concedió una protección jurídica adecuada frente a las reclamaciones posteriores de Noruega sobre los derechos de pesca".
