Los argentinos van a las urnas este domingo, de 8 a 18 horas (13 a 23, hora peninsular española) para elegir a un nuevo presidente, pero no será lo único que se vote. También se renueva el Congreso, el Senado y numerosos cargos provinciales, que pueden ser claves a la hora de facilitar o entorpecer la gobernabilidad del país en los próximos años, y permitir (o no) que el ganador cumpla su programa. Estas son todas las claves de estos comicios.
Presidencia
La elección clave es, por supuesto, la de presidente, ya que Argentina es un sistema presidencialista como EEUU en el que el vencedor forma Gobierno durante 4 años, tenga o no el apoyo del Congreso. Hay cinco candidatos, pero solo tres tienen opciones reales de ganar: Javier Milei (La Libertad Avanza), Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio) y Sergio Massa (Unión por la Patria, peronista). Los otros dos son Juan Schiaretti (Hacemos por Nuestro País, también peronista) y Myriam Bergman (Frente de Izquierda y de Trabajadores), que difícilmente superarán el 5%.
Para ganar, un candidato necesita obtener el 45% de los votos, o si no, superar el 40% y aventajar al segundo en al menos 10 puntos (por ejemplo, 42% a 31%). Si no se da ninguno de los dos escenarios, habría una segunda vuelta el 19 de noviembre entre los dos más votados, en el que el más votado se llevará las llaves de la Casa Rosada. En las primarias obligatorias de agosto, una especie de ensayo general, Milei obtuvo el 30%, con el partido de Bullrich en el 28% y el de Massa en el 27%. Y las encuestas (que suelen fallar mucho) apuntan a que Milei rondará el 35%, Massa el 30% y Bullrich el 25%, lo que supondría una segunda vuelta entre Milei y Massa. Aun así, los márgenes estaban tan igualados en agosto, y hubo tanta abstención que podría movilizarse ahora, que es igual de factible que Milei gane en primera vuelta como que Massa y Bullrich pasen a una segunda y el libertario se quede fuera.
A la hora del recuento, de todas formas, hay una clave: la división geográfica de Argentina. El país tiene tres zonas bien diferenciadas: la Ciudad de Buenos Aires, la Provincia de Buenos Aires y el resto, el 'interior'. En agosto, Milei arrasó en el interior, que es donde se cuentan los primeros votos, por lo que empezará claramente en cabeza salvo sorpresa. La capital, por su parte, es el feudo de Bullrich, que irá avanzando según se cuenten sus votos. Y la Provincia bonaerense, la más lenta en contar y donde vive la mayor parte de los argentinos, es donde más implantación tiene el peronismo, por lo que Massa irá remontando al final. La clave será si el margen que cada uno de los candidatos obtenga en 'su campo' será suficiente para batir el que saquen sus rivales en los suyos.
Congreso
Argentina tiene un sistema electoral mezcla del estadounidense y el español. Como EEUU, celebra elecciones legislativas cada dos años, renovando el Congreso por tandas, aunque con una diferencia: los diputados se renuevan en dos tramos. Los años presidenciales (como este) se juegan 130 escaños, y los de medio mandato se renuevan los 127 restantes. Y esa renovación se hace con el sistema español: cada provincia elige un número de escaños según su población, con un mínimo de 2, y las actas se reparten de forma proporcional, usando el mismo sistema D'Hondt. La mayoría absoluta está situada en los 129 escaños.
Este año, el partido que más tiene que perder es Unión por la Patria (Massa), que defiende 68 escaños. Juntos por el Cambio (Bullrich) apuesta 56, y Hacemos por Nuestro País (Schiaretti) se juega 4. Milei no defiende ninguno, por lo que su partido, La Libertad Avanza, puede ganar muchos diputados. El problema del libertario es que en 2021 solo obtuvo cuatro asientos, y el hecho de que solo se renueve medio Congreso, en un sistema proporcional contra dos rivales de gran implantación territorial, hace que sea muy difícil que supere los 40 escaños en el mejor de los escenarios para él.
El objetivo de Juntos por el Cambio es intentar quedar los primeros para hacerse con la presidencia de la Cámara y hacer valer su fuerza (que rondaría el centenar de escaños) en la próxima legislatura, gobierne quien gobierne. El peronismo, por su parte, se conformaría con defender la mayor parte de la bancada que obtuvo en su victoria electoral hace cuatro años.
Senado
Como en EEUU, Argentina renueva su Senado por tercios: se eligen 24 senadores de los 72 que hay cada dos años, en mandatos de seis años. Y el sistema electoral se parece bastante al español: cada provincia elige tres, con un sistema mayoritario en el que la lista más votada se lleva dos de los tres senadores y la segunda más votada, el otro restante. La mayoría absoluta son 37.
En este caso, Juntos por el Cambio defiende 11 senadores, los que ganó en 2017 en los años dorados del expresidente Mauricio Macri. Unión por la Patria defiende 9, Hacemos defiende 2, y dos partidos regionalistas defienden uno cada uno. Aquí, Milei puede ganar muchos senadores si logra que los votantes de las provincias del interior, donde ganó en agosto, voten también a su partido para las legislativas en vez de mezclar papeletas. Pero el hecho de que solo se renueve un tercio seguirá dejando al peronismo y a Juntos por el Cambio como las principales fuerzas de la Cámara Alta, cuya aprobación es necesaria y obligatoria para aprobar cualquier ley.
Gobernadores
Aparte de las elecciones nacionales, habrá votaciones para dos puestos clave a nivel autonómico: el alcalde de la Ciudad de Buenos Aires y el gobernador de la Provincia. En la capital, el favorito es Jorge Macri, primo del expresidente Mauricio Macri, de su mismo partido, Juntos por el Cambio. Y en la Provincia, el favorito es el actual gobernador, el peronista Axel Kicillof. Ambos apuntan a la 'pole' para liderar sus respectivos partidos en el futuro si Bullrich o Massa (o ambos) no ganan las elecciones presidenciales.