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Así fue el incendio de la parte vieja de San Sebastián del 31 de agosto de 1813

  • Las tropas angloportuguesas vencieron a las napoleónicas...
  • ...y provocaron un incendio que solo dejó en pie una calle
  • Cada 31 de agosto los donostiarras salen a la calle como homenaje
'Ataque sobre San Sebastián', del pintor William Heath.

La ciudad de San Sebastián celebra, como cada 31 agosto, las fiestas que rememoran el incendio que sufrió hace ya 210 años, un día como hoy de 1813. Para ello, realizará diferentes actos conmemorativos por toda la ciudad, aunque con su epicentro en la calle que lleva el nombre de la tragedia, la del 31 de agosto.

Cómo sucedió el incendio del 31 de agosto de San Sebastián

Pero, ¿cómo sucedió el incendio del 31 de agosto de 1813 que asoló casi por completo la ciudad de San Sebastián? El suceso tuvo lugar en plena Guerra de la Independencia, transcurridos ya cinco años de combate y en pleno repliegue de las tropas napoleónicas que en 1808 iniciaron la conquista de la Península Ibérica.

Debido a su cercanía con la frontera francesa, San Sebastián (junto a Pamplona) era una de las dos grandes ciudades que aún estaban en poder de Francia, y por ello los ejércitos inglés y portugués (la lucha con Portugal había sido el pretexto de Napoléon para que sus tropas cruzasen España, para lo cual obtuvo el permiso de Carlos IV y su valido, Godoy), aliados con España, se lanzaron a la conquista de este importante enclave.

Tras varias semanas de asedio con una gran pérdida de vidas humanas por los dos bandos, las tropas angloportuguesas consiguieron abrir brechas en las defensas de San Sebastián y el 31 de agosto, después de un combate de varias horas por toda la ciudad, la tomaron y dejaron tras de sí un rastro de violencia, saqueos, violaciones a mujeres y, como broche, el incendio de la ciudad.

Ingleses y portugueses procedieron a incendiar la ciudad, a lo que se sumó el estallido previo, en plena batalla, de un polvorín. Un cóctel letal que dio lugar a una catástrofe: en San Sebastián solo quedó en pie la calle que ahora se llama, en homenaje a las víctimas de la tragedia, 31 de agosto.

Es la calle que ahora vertebra la Parte Vieja de la ciudad, llena de tabernas en las que residentes y turistas (cada vez más) degustan los tradicionales pintxos y que en ese 1813 sirvió de refugio para los que precisamente causaron la tragedia: estas tropas inglesas y portuguesas que redujeron a cenizas una San Sebastián que tuvo que se reconstruida.

Que esta calle, denominada en ese momento como calle Trinidad, permaneciese intacta no fue cuestión de suerte o algo parecido: tal y como explica la página web del Ayuntamiento de San Sebastián, fueron las propias tropas angloportuguesas las que se encargaron de evitar que el incendio se propagase en esa zona. Se salvaron unas decenas de casas en las que se alojaron los regimientos que habían destruido la ciudad.

El incendio de San Sebastián duró varios días, hasta el 8 de septiembre, cuando las tropas francesas que procedieron a una desesperada resistencia en el Castillo de la Mota capitularon finalmente. Se estima que solo entre 3.500 y 4.000 ciudadanos de los 7.000 que vivían en la ciudad pudieron sobrevivir.

Así son los homenajes por el incendio de San Sebastián

En homenaje a los caídos y a modo de conmemoración de la nueva ciudad que se tuvo que reconstruir en casi su totalidad, los donostiarras celebran cada 31 de agosto una recreación del asalto y la destrucción de la ciudad y una procesión cívica a lo largo de la calle en la que los asistentes la recorren a oscuras con velas y antorchas.

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