La FIFA ha dado un paso al frente y ha tomado cartas en el asunto. La organización ha abierto un expediente disciplinario a Luis Rubiales, el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), por su beso con la jugadora Jenni Hermoso al finalizar el Mundial de Australia y Nueva Zelanda.
FIFA, a través de su Comisión Disciplinaria, asegura que "estos hechos podrían resultar constitutivos de violaciones de los artículos 13.1 y 13.2 del Código Disciplinario de la FIFA". No obstante, la organización no ofrecerá más información hasta que no se haya tomado una decisión.
Así, el artículo 13.1 dicta que "toda persona que atente contra la dignidad o la integridad de un país, una persona o un colectivo de personas empleando palabras o acciones despectivas, discriminatorias o vejatorias (por el medio que sea) por motivos de raza, color de piel, origen étnico, nacional o social, género, discapacidad, orientación sexual, lengua, religión, posicionamiento político, poder adquisitivo, lugar de nacimiento o por cualquier otro estatus o razón será sancionada con una suspensión que durará al menos diez partidos o un periodo determinado, o con cualquier otra medida disciplinaria adecuada".
Este medida de la FIFA reitera su compromiso inquebrantable de respetar la integridad de todas las personas y condena enérgicamente cualquier comportamiento contrario.
Asamblea Extraordinaria
La propia Federación también ha dado un paso y ha convocado para este viernes una Asamblea Extraordinaria de urgencia para tomar una decisión sobre los actos del presidente y hasta debatir sobre su posible dimisión.
Según el comunicado emitido por la RFEF, se ha informado que "están abiertas las diligencias internas referentes a asuntos de Integridad, así como el resto de los protocolos aplicables".