En un futuro, el 60% de los puestos de trabajos estará relacionado con la Formación Profesional (FP), según el Ministerio de Educación y Formación Profesional. A finales de marzo del año pasado, se aprobó y entró en vigor la Ley Orgánica 3/2022 de Ordenación e Integración de la Formación Profesional (LOIFP). Esta iniciativa persigue la modernización del modelo actual y fomenta el papel de las empresas en el sistema educativo. Aquí cobra especial relevancia la Formación Profesional Dual, es decir, combinar la teoría y la práctica a lo largo de todo el ciclo con el objetivo de incrementar la inserción laboral, por lo que une a los centros educativos, los alumnos y las empresas. Hasta entonces, este tipo de enseñanza había estado concebida como una modalidad dentro del esquema normativo e institucional de la formación profesional en sentido amplio.
Fue hace poco más de una década cuando esta formación se instaló en España, a diferencia de otros países como Alemania, donde empezó en 1969. José Amador Sancho, chief academic officer de FP Pro, considera que la Formación Profesional Dual en España "aún se encuentra en una etapa incipiente y presenta desafíos significativos, aún con sus 10 años de recorrido. Si bien es cierto que en los últimos años se han realizado esfuerzos para fortalecer y promover".
Pero, ¿en qué consiste la FP Dual? Se trata de un modelo de enseñanza que se realiza en régimen de alternancia entre el centro educativo y la empresa combinando la formación teórico-práctica, es decir, permite al estudiante recibir una formación en el centro educativo y al mismo tiempo poner en práctica lo aprendido en un centro de trabajo.
La implantación de esta modalidad depende de cada comunidad autónoma y la duración del ciclo podrá ampliarse hasta tres años. Se realizará un mínimo del 33% de las horas de formación en empresas, incluyendo la Formación en Centros de Trabajo, un porcentaje que podrá ampliarse en función de las características de cada módulo profesional y de la empresa participante.
¿Cuáles son sus ventajas?
Este tipo de formación tiene ventajas para el alumnado, los centros educativos y las empresas. En el primer caso, permite mejorar la adquisición de conocimientos, destrezas y habilidades técnicas y compaginar los estudios con el comienzo de su trayectoria profesional. Este tipo de formación "supone un atractivo, ya que el alumnado está integrado en la empresa desde el primer trimestre, pero pudiendo realizarla individualmente y acompañados por el tutor de la formación y el tutor de empresa en todo momento", señala Ana Sanchis, Responsable de Calidad de Capitol FP del grupo IMF.
Para los centros educativos, entre las ventajas de esta modalidad está incrementar el número de personas que puedan cualificarse a través de dichas enseñanzas atraídas por acercarse al trabajo desde el comienzo de la formación o potenciar la relación del profesorado y del centro con las empresas del sector y favorecer la transferencia de conocimientos.
En el caso de las empresas, les permite establecer acuerdos y colaboraciones con los centros educativos. De este modo, facilita la retroalimentación en diversos campos del sector profesional y el relevo generacional de los trabajadores, además de adaptar los conocimientos de los alumnos a las exigencias técnicas o tecnológicas de cada sector, que serán necesarias para su incorporación al mundo laboral o incluir formación complementaria en los programas formativos, permitiendo adaptarse a las necesidades del mercado.
Desde la Cámara de Madrid consideran que esta modalidad supone una ventaja para la empresa a la hora de validar el desempeño profesional de sus futuros empleados, donde se encuentra "la fórmula perfecta para conjugar apoyo profesional con un proceso selectivo que aporta un conocimiento profundo del posible candidato", explica Carmen Pachecho, gerente de la Escuela Formación Profesional y para el Empleo.
La FP Dual, regulada en 2012, empezó a implantarse en el curso 2013-2014
Este tipo de enseñanza facilita la inserción en el mundo laboral. Y es que, según apuntan desde la Cámara de Madrid, para muchos alumnos supone su primer contacto con el mundo laboral y les abre las puertas a una oportunidad profesional en la empresa en que desarrollan sus prácticas. "La empresa conoce a una persona que ha visto trabajar y la ha formado en su metodología, ha dedicado sus recursos asumiendo contenidos formativos y todo esto constituye una ventaja tanto para la empresa como para el alumnado que realmente quiera utilizar la formación dual como palanca de inserción laboral. Es decir, la curva de aprendizaje en el entorno laboral se reduce muchísimo, siendo un beneficio para el estudiante y para la empresa", explica Sanchis.
El portavoz de FP Pro cree que "la FP Dual tiene un enorme potencial para impulsar el desarrollo profesional de los jóvenes y responder a las demandas del mercado laboral actual en todas las comunidades autónomas. Para ello, es esencial fomentar una mayor colaboración entre el sector educativo y las empresas, promoviendo una oferta formativa más diversificada y adaptada a las necesidades específicas de cada región".
Solo un 4% de los alumnos
Aunque su evolución en nuestro país es una realidad, todavía queda camino por recorrer. La FP Dual, regulada en 2012, empezó a implantarse en España en el curso 2013-2014 y desde entonces ha experimentado un crecimiento en el número de matriculados de 4.292 a 37.841 alumnos en el curso 2020-2021. Así lo refleja el informe La formación Dual en España: Situación y perspectivas, elaborado por el Consejo Económico y Social España. No obstante, los matriculados en la modalidad dual, según los últimos datos disponibles, siguen representando un porcentaje bastante pequeño sobre el total de alumnos de la FP en España.
A pesar del avance, el alumnado que cursaba la modalidad dual en el curso 2020-2021 representaba únicamente el 3,7% del total. Respecto a los matriculados en régimen presencial es limitado en todas las enseñanzas. Así, representa un 5,7% del total en grado superior -con 23.277 alumnos-, un 3,8% en grado medio -con 13.730 estudiantes- y un 1,1% en FP básica -con 834 matriculados-.
En el curso 2020-2021, el número de alumnos matriculados se situó en 37.841, un 3,7% del total
"En una minoría de comunidades autónomas, el porcentaje que representa la FP Dual empieza a ser significativo, con proporciones superiores a la media, sobre todo en los ciclos de grado superior, mientras que en la mayoría de ellas dicha proporción sigue siendo marginal", señala el informe. Durante el curso 2020-2021, casi siete de cada diez personas matriculadas en FP Dual lo estaban en Andalucía, Cataluña y Madrid. En el caso del País Vasco, destaca por su mayor tradición histórica y particularidades en la implantación de este modelo, aunque en la actualidad no se encuentra entre las regiones de nuestro país con mayor presencia de alumnado en este tipo de enseñanza.
STEM
Por su parte, los estudios de FP Dual pertenecientes a las familias profesionales denominadas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) contaron con una demanda del 40% del alumnado en el curso 2020-2021 -41% en los ciclos formativos de grado medio (CFGM) y el 41,5% en los ciclos formativos de grado superior (CFGS)-, un porcentaje que cuenta con margen para el crecimiento.
En ambos niveles de ciclos formativos, tanto medios como superiores, casi todas las familias profesionales presentan mejores tasas de inserción en el mundo laboral. Las mayores tasas de inserción en los cuatro años posteriores a la graduación en dual, tanto para las personas graduadas en ciclos medios como en superiores, se observa en muchas de las familias STEM, y en algunas relacionadas con el cuidado de las personas. En los ciclos medios es en estas familias profesionales donde las diferencias de inserción a favor de la FP Dual son más amplias.
En el mundo laboral se presentan cambios de los empleos, marcados por las transiciones demográfica, ecológica y digital. Ante esta situación, la formación dual representa una oportunidad. Además, en los próximos años va a ser necesario que se cubra una amplia demanda de trabajo por reposición de las plantillas marcada, principalmente, por las jubilaciones. "Las cualificaciones y competencias necesarias deben ser provistas desde un sistema educativo y formativo avanzado, junto con la mejora de la formación de los y las trabajadoras en las empresas, contando con la responsabilidad de ambas partes en su formación", indica el estudio elaborado por el Consejo Económico y Social España.