
La provincia de Huesca es una de las más septentrionales de España, chocando por el sur con la cordillera de los Pirineos y marcando parte de la frontera terrestre entre España y Francia. En su territorio se encuentra una poco conocida maravilla natural, que algunos han asemejado a la Gran Muralla de China.
A pesar de que la formación rocosa no ha sido creada por el ser humano, Roques de la Villa es también conocida como la Muralla China de Finestres, y se sitúa en el pueblo abandonado denominado de la misma manera. Este, a su vez, se localiza en la comarca de Ribagorza.
Esculpida por la naturaleza
La Muralla China de Finestres funcionó antaño como fortaleza natural del Castillo de Finestres, extendiéndose por los picos montañosos y valles del noreste de la provincia de Huesca. Entre los motivos del desconocimiento popular de esta escultura natural puede resaltar el hecho de que se encuentra en la llamada "España vaciada" o "olvidada".
Para quienes sientan curiosidad por verla con sus propios ojos, la mejor forma de explorarla es partiendo de la localidad de Estopiñán del Castillo, muy próxima a Benabarre. Este pueblo, de tan solo 117 habitantes en el año 2022, celebra las fiestas de San Salvador en agosto. Las mismas suelen atraer a bastantes turistas, los cuales pueden descubrir las celebraciones y el tradicional baile de los palitrocs.
Además, para los amantes de la naturaleza está también una ruta en la Sierra del Montec. Esta comienza en la ermita de Santa María, un pequeño santuario desde el que deleitarse con una vista panorámica del paisaje local. Dicha construcción forma parte del Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña.
Otros lugares que se deben visitar
De camino a la Muralla de Finestres se encuentra también la ermita de Sant Marc de Finestres. La misma resalta por su pequeño ventanal de marco turquesa, y además permite a los visitantes disfrutar de unas vistas privilegiadas de la muralla, sobre todo durante el atardecer o el amanecer.
Y cuando finalmente se alcance el monumento de Finestres, los viajeros podrán vislumbrar el embalse de Canelles, responsable del despoblamiento del pueblo con el mismo nombre. Sus aguas turquesas y la exuberante vegetación destacan su gran atractivo. La propia muralla se encuentra cerca del Congost de Mont Rebei, un cañón natural enclavado en la Sierra del Montsec. Desde el mismo puede disfrutarse con vistas al embalse y la muralla, así como del río Noguera Ribagorzana, que ondula entre los mismos.
Finestres en sí mismo es un pueblo abandonado, un lugar detenido en el tiempo, pero no es el único en el lugar. Y es que en los alrededores se pueden explorar otras antiguas poblaciones desprovistas hoy de habitantes, como L'Estall y Chivireta.