
Los empresarios aragoneses están preocupados. A través de la Comisión de Medio Ambiente de CEOE Aragón han mostrado su inquietud por la ausencia de precipitaciones en meses cruciales para los cultivos, así como por la falta de suficiente estructura para embalsar agua en los períodos de mayor abundancia de lluvias.
Esta situación inquieta porque podría producirse una reducción de la actividad económica en Aragón, sobre todo en el sector agrícola, aparte de otros efectos directos en otros sectores como el de los suministros y operaciones comerciales y logísticas. Esto a su vez podría derivar en una sobrecarga de los puertos por el mayor volumen de importación de cereales que van a ser necesario en los próximos meses.
Aparte del tema del agua, en la Comisión también se ha analizado el proyecto de Directiva sobre la calidad del aire, que previsiblemente va a endurecer los criterios y ampliar el establecimiento de zonas de bajas emisiones.
En este sentido, los empresarios reclaman que tanto en las actuales como en las futuras zonas reguladas haya criterios homogéneos de señalización y requisitos ya que, por el momento, las establece cada municipio de forma independiente con el consiguiente trastorno logístico y pérdida de competitividad para las empresas que operan en diversas localidades.