En las últimas décadas, cuando se habla de multimillonarios es frecuente pensar en Mark Zuckerberg, Larry Page y Serguéi Brin. Tanto el consejero delegado de Meta como los fundadores de Google se han hecho un hueco en el imaginario colectivo por sus creaciones disruptivas. Sin embargo, son una mota en el mar de las personas ricas. Y es que no son el prototipo de multimillonario, solo representan el 10% de este exclusivo club.
Así se desprende del último informe Billionaire Census elaborado por el servicio de información Altrata, que define el arquetipo de multimillonario medio mundial como un empresario de la generación del boom -que tiene entre 50 y 70 años- hecho a sí mismo. En concreto, constituyen el 64% de los ricos más ricos del mundo. Aunque el cofundador de Microsoft, Bill Gates, el presidente del grupo de lujo LVMH, Bernard Arnault, y el fundador de Amazon, Jeff Bezos, son algunos de los multimillonarios que se ajustan a esta descripción, lo cierto es que la mayoría de las personas que figuran en esta lista amasaron su riqueza a través de la banca y las finanzas.
No es casualidad que el prototipo de rico sea un hombre de unos 60 años hecho a sí mismo. "Aunque la inmensa mayoría de los multimillonarios -de esta categoría- lanzaron su primera empresa a una edad relativamente temprana, es raro que una persona entre en este exclusivo club antes de cumplir los 40", señala el informe. Además, este grupo lo tuvo más fácil a la hora de generar riqueza, pues no se vio obligado a hacer frente al pago de la deuda estudiantil, las subidas de los tipos de interés, un mercado inmobiliario inflado, el estancamiento de los salarios y las recesiones económicas continuas. También influye el haber tenido más tiempo para amasar su fortuna.
El siguiente grupo mayoritario son los ricos mayores de 70 años. Por su parte, las mujeres ni siquiera constituyen una quinta parte del total de multimillonarios, mientras que el porcentaje ultra ricos más jóvenes ni siquiera alcanza esa cifra y, durante la pandemia, su patrimonio fue ocho veces inferior al de los boomers como Gates, según destaca Fortune.
Otra vía para entrar en el exclusivo club es heredar un importante patrimonio. Esto es dos veces más probable en el caso de los multimillonarios que todavía no han cumplido el medio siglo de vida que en aquellos de más edad.