Feníe Energía apostó desde su origen por el cuidado y respeto del medioambiente, comercializando productos y servicios de eficiencia energética como el autoconsumo y la movilidad eléctrica. Esto le ha llevado a convertirse en unas de las principales comercializadoras de energía 100% verde. Una forma directa de la compañía energética para que su impacto en el planeta sea mínimo y sus consumos reducidos.
Su plan de acción busca cumplir con los puntos marcados en la Agenda 2030 y el Acuerdo de París, sobre el desarrollo sostenible. A nivel práctico, esto se traduce en que Feníe Energía produce energía asequible y no contaminante, siempre teniendo en cuenta a los agentes y clientes como protagonistas en la transición a una economía más sostenible y menos perjudicial.
Para lograr un mundo más sostenible es necesario proporcionar los medios para que los ciudadanos puedan participar en el proceso de transición ecológico, o así lo piensa la compañía. Para apoyar esto, ha instalado puntos de recarga públicos e infraestructuras de autoconsumo para comunidades de vecinos, instituciones públicas y edificios, tales como hoteles y empresas.
Para combatir la huella de carbono, en 2022, Feníe Energía plantó 190 árboles, compensando la emisión de 37 toneladas de CO2. A estas cifras, deben añadirse las 722.093 toneladas total que evitaron sus clientes apenas un año antes.
Haciendo honor a sus orígenes, Feníe Energía ha logrado construir una extensa red de cooperación con diferentes organizaciones, empresas, fundaciones y asociaciones, que le ha dado unos muy buenos resultados a la hora de lograr un modelo energético más justo.
El cuidado del planeta es cosas de todos, así se hace necesario e importante sembrar conciencia entre la población desde muy temprana edad. En 2017, la Fundación Feníe Energía creó la Escuela de Mini Agentes Energéticos, destinada a mejorar la conciencia en este tema y a enseñar a la juventud la importancia del aprovechamiento responsable de los recursos energéticos.
