
Este 28 de mayo de 2023 se celebran las elecciones municipales y autonómicas en España, por lo que los ciudadanos están llamados a las urnas para ejercer su derecho a voto, una decisión en la que también entra en juego la abstención.
La abstención es, simplemente, no ir a votar y, por lo tanto, no introducir ninguna papeleta en las urnas durante la jornada electoral. En todas las elecciones, se mide el porcentaje de abstenciones, lo que indica la participación ciudadana en los comicios, algo que influye directamente en los resultados finales.
Muchas personas deciden no ir a votar por indiferencia, por protesta, porque no le convence ninguna formación candidata o por cualquier otra razón, unos motivos para no votar que no quedan registrados en ningún lugar, es decir, no se sabe por qué la persona no fue a las urnas.
¿La abstención beneficia a algún partido?
De este modo, aunque el hecho de no acudir a votar afecta directamente a los resultados finales, no se puede saber a quién ha beneficiado más esta decisión, porque no se sabe a quién hubiera votado cada persona que no ha acudido a votar.
De hecho, ni siquiera se tienen en cuenta en los resultados los votos nulos de las personas que sí han acudido a votar, pero su voto no es válido. El único voto que sí que afecta al reparto de apoyo entre los diferentes candidatos es el voto el blanco, que se reparte entre todas las formaciones de manera proporcional.
En resumen, la abstención no beneficia a ninguna de las formaciones políticas que se presentan como candidatas, salvo a aquella a la que cada elector en concreto hubiera votado en caso de haber acudido a las urnas. A este respecto, el tema de la abstención preocupa, por lo general, a los partidos de izquierdas o progresistas, ya que sus votantes son, según varias encuestas, los que más se abstienen de ir a votar. Por el contrario, los votantes de derechas y los más conservadores son más fieles a las urnas y a ejercer su derecho a voto.