
El 'brainstorming' ("lluvia de ideas") es una técnica grupal de trabajo que consiste en reunir a un equipo de personas en un ambiente propicio, para facilitar el surgimiento de ideas sobre una problemática o sobre una cuestión concreta. Pero la profesora de negocios en la Universidad de Columbia, Sheena Iyengar, cree que existe una alternativa mejor para alcanzar el mismo fin.
La misma cuenta que en el colegio sus profesores también la animaron a utilizar esta táctica, pero una vez se convirtió en una profesional de la enseñanza, entonces llegó a la conclusión de que el 'brainstorming' no es lo suficientemente efectivo.
Añade que era en sus clases cuando más se daba cuenta de esto: "Mis estudiantes creaban un montón de ideas y ello les hacía sentirse orgullosos de sí mismos. Sin embargo, cuando le preguntaba a cada uno de ellos sobre cuáles eran sus ocurrencias más valiosas, entonces surgían signos de 'pereza social', bloqueo o ansiedad".
Las desventajas del 'brainstorming'
De acuerdo con el psicólogo organizacional Tomas Chamorro-Premuzic, algunos desencadenantes como los recién mencionados hacen que esta técnica de trabajo resulte en muchos casos abrumadora para quienes participan en ella.
La 'pereza social' consiste en el efecto por el que algunos miembros de un equipo son menos productivos que cuando trabajan en solitario, y el bloqueo consiste en "la capacidad de expresar tan solo una idea a la vez para intentar que presten atención todos los miembros del grupo".
De acuerdo con Iyengar y Chamorro-Premuzic, a más grande sea el equipo que debe hacer 'brainstorming', menos sugerencias individuales hará cada miembro para solventar la problemática pertinente. Además, la primera sugiere que esta táctica puede resultar tendenciosa, ya que el primero en hablar "sirve como punto de referencia", lo que puede incitar a otros a ajustar su visión a la del primero.
El "pensamiento independiente"
Por tanto, la profesora de la Universidad de Columbia ofrece como alternativa el "pensamiento independiente", el cual requiere seguir una serie de pasos para ser realmente eficaz:
1. Escribir las ideas en una hoja de papel, explicando cuál es el problema y qué posibilidades podrían servir para arreglarlo.
2. Verbalizar las ideas, pues quizás se vean de otra forma una vez salen de la cabeza. "Si no puedes explicarlo de manera sencilla, es que no lo has entendido bien", frase que se atribuye a Albert Einstein.
3. El último paso, algo más ambiguo, consiste en "confiar en tu propio juicio".
"He preguntado durante años una simple cuestión a miles de personas. Piensa en la última ve que tuviste una gran idea, en dónde estabas y qué hacías. Te garantizo que muy pocos dirán que en ese momento estaban haciendo 'brainstorming', y la mayoría comentarán que estaban en la ducha, echándose una siesta, hablando con alguien de confianza o paseando", argumenta Iyengar.
Una mayor autorrealización
Con respecto al tercer paso, la experta en negocios es consciente de su dificultad. Pero defiende su importancia explicando que encontrar ideas interesantes de forma individual puede resultar mucho más satisfactorio que en grupo.
"El pensamiento independiente puede sentar de maravilla, porque a todos nos encantan esos momentos en los que se nos enciende la bombilla mientras caminamos o cuando estamos descansando en la cama. De hecho, valoramos mucho más estas ocurrencias que aquellas que vienen a nuestra mente cuando estamos haciendo 'brainstoming', asegura Iyengar.