Actualidad

Esto dice una CEO sobre lo que le enseñaron mal en la escuela, y sobre la actitud adecuada

  • La compañía obtuvo 78 millones de dólares de financiación
  • En tan solo dos años, llamó la atención de Chanel y Givaudan
  • Aganovic dice que tardó demasiado en tener una mentalidad flexible
Jasmina Aganovic (Twitter).
Madridicon-related

Jasmina Aganovic es la CEO de la startup de biotecnología Arcaea. Posee un grado en ingeniería química y biológica por el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), y trabajó desarrollando productos en distintas compañías hasta 2021, cuando decidió crear su propia organización. 

La startup crea compuestos que imitan a ingredientes comunes en productos de belleza, pero al diseñarlos en laboratorio son capaces de lograr, según Aganovic, que estos sean más efectivos y a su vez sostenibles. Un ejemplo es el ingrediente ScentArc, el cual no enmascara los olores del cuerpo, sino que, según la fundadora, "cambia nuestro olor, de forma natural".

En su opinión, no existe la "forma correcta" de tener éxito, y se lamenta de haber tardado tanto tiempo en ser consciente de ello.

El éxito de Arcaea

En menos de dos años de existencia, Arcaea obtuvo una financiación de 78 millones de dólares desde firmas de capital riesgo y gigantes de la industria de la belleza, tales como Chanel y Givaudan. A pesar de ello, Aganovic tuvo que pasar previamente por varios altibajos, y le frustraba que no siempre se cumpliesen sus expectativas. 

Cuenta que en la escuela se le enseñó a buscar la "respuesta más clara y adecuada", pero admite que normalmente uno no cuenta con tiempo ni con recursos suficientes como para hallar la solución "perfecta", que quizás ni siquiera exista. "Si te orientas muy académicamente y vas a una universidad como el MIT, entonces es normal que te enseñen a pensar de esa manera. Hay respuestas correctas e incorrectas, pero luego en el mundo real no está tan claro!, explica.

Su solución para este dilema es la siguiente: si seguir un guión orientado al éxito no funciona siempre, prueba a dejar de seguirlo, y en su lugar "toma decisiones y ajustes constantes que se basen en lo que sabes, repitiendo entonces ese procedimiento", añade. Recalca que no existe una única manera de hacer las cosas.

Una mentalidad crítica y constructiva

En el camino hacia su situación actual, la CEO tuvo que superar numerosos obstáculos, y para ello se vio obligada a adaptar sus expectativas, realizando diversos cambios en su trayectoria profesional y "aprendiendo a practicar la autocompasión". Este concepto es cercano a quienes se sientan emocionalmente atados a su trabajo. Por ejemplo, recientemente uno de sus productos no superó la prueba piloto, y todo el equipo se vio apresurado a buscar una solución. Es cuando Aganovic sintió que "no era digna para el cargo".

Afirma que, si bien su yo más joven probablemente se habría puesto ansiosa, la misma ya había asumido una idea más práctica: los contratiempos no son permanentes. "Resolvimos el problema, y luego pensamos '¡Somos increíbles, podemos hacerlo!'", explica, admitiendo que sin embargo esta actitud no es algo fácil de implementar.

Depende mucho de la personalidad y del contexto que cada persona tiene detrás. Debido a sus propias circunstancias, comenta que fue muy complicado para ella internalizarlo. "La gente como yo cree que ser duro con uno mismo te empuja más hacia el triunfo, pero realmente se trata de una espada de doble filo, que termina por convertirse en una pesada carga. No es una energía productiva... ojalá hubiese sido capaz de darme cuenta antes", se lamenta la CEO, a pesar del éxito de su negocio.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky