
Reciclaje y energías renovables. Estos dos son los ejes principales por los que ha apostado Pladur en su fábrica en Gelsa, en Zaragoza, con el fin de hacer la planta y producción más sostenible y ser cero residuos.
La compañía, especializada en la fabricación de soluciones constructivas sostenibles a base de yeso natural, acaba de poner en marcha su propia planta de reciclaje en las instalaciones que tiene en la localidad zaragozana de Gelsa con la que se convierte en una fábrica pionera, ya que es la primera en Aragón.
Pladur, ha realizado una inversión inferior a los dos millones de euros en este centro de reciclaje, podrá aprovechar los rechazos de yeso de los procesos productivos. "Este es el primer paso para volverlos a meter en el proceso y aumentar la eficiencia", además de avanzar hacia una construcción respetuosa con el medioambiente. "El segundo paso es ser un gestor de residuos de obra nueva", de manera que "se traigan aquí" para reciclarlos, explica Enrique Ramírez, director general de Pladur, a elEconomista
La planta de reciclado está a una capacidad de entre 4.000 y 6.000 toneladas, aunque podría alcanzar hasta las 40.000 toneladas de reciclado una vez Pladur sea centro gestor y se avance en ese segundo paso para traer los residuos de las obras de Aragón.
Las instalaciones para el reciclaje están totalmente automatizadas por lo que en generación de empleo no ha tenido un fuerte impacto y las nuevas incorporaciones se han sumado a la plantilla que alcanza un total de 100 personas en Gelsa.
La actividad del centro de reciclado completa la actividad de la fábrica de Pladur en Gelsa desde la que la producción se destina al 100% a los mercados exteriores, teniendo como principales destinos Reino Unido, Irlanda, Francia e Italia. Una actividad exterior que se facilita por la ubicación geográfica de Zaragoza.
La presencia en los mercados exteriores ha permitido también que la planta haya podido sortear los vaivenes del sector de la construcción porque "no llevan el mismo ritmo del mercado español, aunque en Europa también empieza la ralentización del sector productivo. La construcción tiene una inercia: le cuesta parar y arrancar. No obstante, nada que ver con la crisis de 2008", aclara.
Las nuevas instalaciones están situadas dentro de la superficie de terreno de la compañía de 40 hectáreas en esta localidad zaragozana de las que la fábrica ocupa 10 hectáreas. "Tenemos planta para años y con posibilidad de ampliar". En la actualidad, Pladur Zaragoza, cuyas instalaciones se inauguraron en febrero de 2019 tras invertir 56 millones, supone alrededor del 25% de la facturación de la compañía, que superó los 215 millones de euros en el año 2022. La fábrica tiene una capacidad operativa de 30 millones de metros cuadrados y, en 2021, experimentó un aumento de la producción del 30% en relación a ejercicios anteriores. En 2022, la cifra se incrementó un 10%. Para este año, todo apunta al "mantenimiento del volumen de producción del pasado ejercicio".
Las perspectivas son positivas porque "tenemos en Gelsa oro blanco. Están las reservas naturales de las más importantes de Europa en calidad y cantidad. España es el principal productor de yeso en Europa y las grandes reservas están en Aragón. Hay países que no tienen yeso natural y se pueden quedar sin él por el proceso de descarbonización". Además, el yeso es de los pocos materiales eternamente reciclables.
Energía
Además de la planta de reciclaje, Pladur también ha puesto el foco en las energías renovables, especialmente en la fotovoltaica para lo que ha instalado un parque fotovoltaico con 4.242 paneles solares en cubierta con una capacidad de 2.726.052 kWh de energía, lo que "nos permite generar entre el 15% y el 20% de la energía eléctrica que necesitamos", indica Enrique Ramírez, quien incide que tendrán que seguir apostando por más energías renovables.
Esta instalación fotovoltaica es la primera fase del plan energético de Pladur en Gelsa. De este modo, no se descarta ampliar los huertos solares con un nuevo parque de energía fotovoltaica en las mismas hectáreas de la propia compañía.
Las inversiones en la planta de reciclado y en el parque de fotovoltaica no son las únicas previstas por Pladur. La compañía viene invirtiendo anualmente entre 8 y 10 millones de euros para proyectos especiales.
Para este año 2023, también se continuará con el plan inversor, aunque inicialmente se contempla una partida más baja al tratarse de "proyectos medio plazo", enmarcados dentro de la sosteniblidad. Los próximos pasos estarán centrados en el gas natural con el fin de sustituirlo por biogás o por hidrógeno verde. "Somos industria gasointensiva". También se pretende con este paso, reducir las emisiones de CO2. Una línea en la que se sigue así ahondando. De este modo, la instalación realizada supone una reducción de 8.750 toneladas de emisiones de CO2 en un plazo de 20 años.
Además, Pladur logra el objetivo de ser una empresa cero vertidos, lo que "es un tema fundamental y ya estamos en este paso. Otras compañías lo tienen previsto para 2025 ó 2030. Nosotros ya estamos en ese hito entre Madrid y Zaragoza", añade el directivo.
En esta misma línea, la directora de la fábrica de Gelsa, Marta Blasco, ha explicado que "ya hemos alcanzado nuestro objetivo zero landfill; es decir, que nuestro proceso de producción envía cero residuos a vertederos y promueve la reutilización de los desechos de esta actividad".