
Jóvenes formadas y preparadas, así es el perfil del emprendimiento en Extremadura, ellas no esperan a que las contraten, ellas apuestan por la creación de su propio empleo y por seguir apostando por el territorio que les vio crecer.
Atrás quedaron aquellas décadas de la emigración forzosa, hoy el mercado laboral ha cambiado y en los jóvenes priman otras cosas: libertad de elección, apostar por su decisión y crear un nuevo modelo que sirva de revulsivo en la comunidad, hoy los jóvenes extremeños han cambiado y cada vez son más los que deciden emprender, aprovechan las ventajas de este nuevo modelo centrado en la economía verde y circular, aprovechando las ventajas que la conectividad ha llevado al mundo rural.
Algunos pueblos extremeños no se vacían, se llenan de ideas nuevas que permiten seguir apostando por un modelo a la extremeña en la que emprender en el mundo rural tiene mayores beneficios que hacerlo fuera de aquí.
Con una cobertura de fibra óptica de más de un 95% del territorio y casi del 100% de la población, estás jóvenes no encuentran obstáculos para emprender en el mundo rural. Apostar por una Extremadura viva y llena de alicientes les ha llevado a crear un modelo de negocio alejado de las grandes urbes.
Todas son jóvenes, menores de 30 años, formadas y preparadas y coinciden en que su ilusión es trabajar por su pueblo
Mucho se ha escrito de que los extremeños una vez conquistaron al nuevo mundo, pero estás jóvenes extremeñas ya no esperan a encontrar un empleo, han salido a conquistar su futuro. Han decidido crear su puesto de trabajo y generar valor añadido a su localidad.
Nazaret Asensio Iglesias es titulada superior en Administración y Finanzas, natural de Calamonte, (Badajoz) dio el salto en 2020 y creó una empresa "NAI Servicios Asistenciales", dedicada al cuidado de personas con discapacidad. En la actualidad atienden a 70 usuarios y forman parte 40 trabajadores para dar servicio a pueblos como Arroyo de San Serván, Mérida, Calamonte, Santa Marta, Almendralejo, Esparragosa de la Serena y Sierra de Fuentes.
Destaca que a ella lo que le llevó a emprender "fue que en mi casa tanto mi madre como mis hermanas se dedicaban al cuidado de personas con dependencia, lo he vivido siempre, además mi padre es una persona con una incapacidad absoluta permanente y dependiente de Grado I", por ello decidió emprender para la atención llegará a todas las personas que fuese posible.
Rocío Herrera es de Puebla de Alcocer, empezó en el año 2014 con una funeraria y una oficina de seguros llamada Roymar, cuanta al Economista como desde pequeña controla el oficio porque su padre se ha dedicado al sector y parte de su actividad empresarial la heredó de él. Además de continuar en el negocio familiar, en 2022 emprendió otra actividad totalmente diferente, montando una tienda de tecnología en su pueblo, Rocio Herrera cuenta como en su pueblo no había nada y sus vecinos tenían que ir a 60 km para solucionar cualquier gestión. Así nació Smartcenter Shop Puebla.
Nazaret tiene una formación orientada a la contabilidad y la administración, y por su propia historia profesional, es experta en tanotopraxia y tanatoestética.
Destaca que ella decidió emprender en su pueblo porque le "encanta vivir en él", estuvo unos años fuera estudiante y decidió volver y seguir con el negocio de su pardre para seguir emprendiendo en otras áreas de negocio.
Pandemia y emprendimiento
El Covid-19 ha supuesto un antes y un después también en el emprendimiento, así lo cuenta la joven de Puebla de Sancho Pérez, María del Carmen Díaz Toro, que inició en plena pandemia una andadura en la venta online de complementos para mujer. Ella ya era autónoma en el sector de la hostelería, pero dio un giro a su trayectoria profesional y se especializó en el comercio. Un pequeño proyecto que desde que nació no ha parado de crecer, hoy, además de su tienda online, tiene abierta varias tiendas físicas en su localidad especializada en ropa de mujer, bebe, hogar, y próximamente incorporará la sección de ropa masculina. La primera vez que abrió las puertas de la tienda física "Celestia Boutique" fue el 4 de junio de 2021 mientras la compaginaba con sus estudios de periodismo.
Afirma que ha decidido quedarse en su localidad, para suplir la carencia que los vecinos y vecinas tenían en el sector textil, "hay muchas personas que no disponen de vehículo para ir al pueblo vecino a comprar, además pueden tener la comodidad de comprar en su pueblo con un trato de confianza", destaca.
En Celestia Boutique trabajan 3 personas y de ellas destacan que son fundamentales en la empresa, "cada una tiene una responsabilidad y un compromiso", y de ellas destacó que "no podría haber contado con mejores personas, porque "siempre están pensando en cómo hacer para ver crecer a Celestia". Sobre la venta online destaca que están enviado productos a toda España y a Portugal, puesto que sus envíos llegan en 24 horas a su punto de destino, por lo que cada vez está teniendo más clientes virtuales.
Afirma que "emprender en el mundo rural, supone algo satisfactorio, puesto que traigo a mi tienda productos de cualquier parte del planeta. Pero más que eso, es la satisfacción de hacer ver que en Extremadura, tenemos muy buenas empresas, y sobre todo muchas ganas de trabajar y superarnos. Para no ser los más olvidados y menos comunicados del país", afirmó.
También en Puebla de Sancho Pérez está Aintzane Hipólito, una joven emprendedora en el sector de la comunicación, licenciada en Comunicación Audiovisual, apostó por crear su propio empleo y abrir el primer estudio de fotografía y videografía en su pueblo. Desde pequeña estaba estaba obsesionada con las luces, sombras, contrastes, ángulos, formas… "mi ojo no paraba de capturar fotografías constantemente y tuve claro cuál sería la pasión que me acompañaría para toda la vida, y que actualmente se ha convertido en mi trabajo", destaca Aintzane.
Narra que una vez iniciado sus estudios en la Universidad de Extremadura, su "etapa idílica" se enturbió por culpa de una enfermedad cuya sintomatología "me alejaba de mis metas, unas convulsiones y temblores en todas las extremidades me impedían desarrollar mi día a día de manera habitual, y como es lógico me alejaba cada vez más de mis metas, la carga mental de ver cómo mis sueños se quebraban me activó la parte más guerrera y creativa de mi cerebro, y me levanté de cada caída con más fuerza y ganas de conseguirlo", afirma.
Pero todo cambio, cuando con un "golpe de suerte o de esfuerzo" le llegaron sus primeras oportunidades, con una vieja cámara que compró con sus ahorros con 13 años, un flexo y muchas personas que le acompañaron, destaca.
"El tiempo y esfuerzo da sus frutos", y así llegaron sus primeras oportunidades laborales, con un poco de miedo afirma que "había que lanzarse", así que se dio de alta como autónoma y empezó a vivir de lo que hasta entonces era su pasión mientras lo compaginaba con sus estudios universitarios.
La pandemia también fue un revulsivo para Aintzane Hipólito, y para seguir sintiéndose fuerte, decidió montar el primer estudio en su pueblo.
"Mentiría si dijera que ha sido fácil, que no he pensado más de una vez en tirar la toalla, o que el 'síndrome del impostor' no se ha adueñado (y lo seguirá haciendo) varias veces de mí, pero si algo saqué en claro de esos meses de pensamientos en pandemia, es que los sueños son para cumplirlos y la vida es más breve e imprevista de lo que pensamos, por muchos planes que tengamos, ella siempre nos sorprenderá, así que comencé a acumular más ganas que miedos, y me lancé a la piscina montando mi estudio fotográfico en Puebla de Sancho Pérez.Lo que comenzó como un proyecto de fotografía digital, ha ido expandiendo fronteras, y ahora es un espacio de imagen audiovisual digital y analógica, con metas constantes para seguir creciendo a nivel laboral y personal, y seguir contando historias a través de mi objetivo, de mi mirada".
Todas ellas son mujeres, jóvenes, formadas y dispuestas a quedarse en "su pueblo", porque los pueblos sólo se vacían si sus vecinos se van.