
El presidente del Gobierno que salga de las urnas a finales de año se encontrará al inicio de su mandato con una propuesta del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, para celebrar un referéndum sobre la independencia de Cataluña, según ha explicado este martes el político catalán, que ha esbozado la hoja de ruta de su "acuerdo de claridad".
Aragonès pretende recabar a lo largo de este año el máximo de apoyos entre los partidos políticos, entidades y ciudadanía catalana, pese a que hasta ahora solo ha recibido críticas, si bien se mantiene firme en que en Cataluña existe un conflicto político pendiente de resolver, y la vía para hacerlo es la democracia, a través de un referéndum legal y vinculante.
En rueda de prensa tras la reunión semanal del Ejecutivo autonómico, ha insistido en una propuesta surgida "de la Cataluña entera", tanto si votaría a favor de la independencia como en contra, recogiendo diversidad de opiniones para negociar unas bases que permitan consensuar con el Gobierno central "las condiciones para considerar el resultado legítimo y aplicable".
En cualquier caso, para definir un planteamiento de partida, la Generalitat propondrá entre cuatro y ocho preguntas sobre los diferentes "mecanismos democráticos posibles que deben contribuir a resolver el conflicto político".
También creará un consejo académico de expertos en ciencias sociales y jurídicas, coordinado por el profesor Marc Sanjaume de la Universitat Pompeu Fabra (UPF), que desde este mismo mes de abril trabajará en la elaboración de un informe con opciones de respuesta a las preguntas, para someterlas a debate entre después de las elecciones municipales de mayo y antes de verano.
En este tiempo, Aragonès convocará una mesa de partidos políticos (invitando a todas las formaciones con representación en el Parlament excepto Vox) para tratar las propuestas del informe y escuchar otras.
Asimismo, realizará una ronda de reuniones para escuchar y recoger la opinión de entidades sociales, cívicas, económicas, culturales y deportivas de toda Cataluña sobre el informe de los expertos, y en otoño el Govern organizará ocho debates ciudadanos "con 100 personas elegidas por sorteo buscando la máxima representatividad".
Después, el consejo académico elaborará un segundo informe con las conclusiones, previsto para fin de año y que será la base para las decisiones políticas que la Generalitat espera llevar a la mesa de diálogo con el Gobierno a principios de 2024.
Aragonès ha resumido que su voluntad es la de lograr un consenso amplio y representativo sobre las cuestiones clave, asesoramiento experto, y fomentar el debate político, social y ciudadano, para poner fin "a un conflicto que lleva enquistado demasiado tiempo" y pasar de hablar de los problemas a hablar de las posibles soluciones: "Que hay un conflicto es evidente, y por eso también es evidente que se necesita una solución, y la solución es la democracia".
Ha reconocido que se ha inspirado en ejemplos internacionales como el referéndum de independencia de la región del Quebec en Canadá, pero ha rechazado "mimetismos automáticos".
Ha hecho hincapié en que la propuesta quiere partir de Cataluña, y que el objetivo es definir las reglas del juego desde la Generalitat para que la ciudadanía de Cataluña pueda decidir sobre su futuro, independientemente de si votarían sí o no a la independencia.
División independentista
En cualquier caso, Aragonès no solo debe convencer a los contrarios a la independencia, sino también a los partidarios de la secesión, ya que solo cuenta con el apoyo de su partido, ERC.
En la rueda de prensa, ha hecho la pregunta retórica de "¿Qué independendista puede estar en contra de un referéndum?", pero el portavoz de Junts, Josep Rius, ha considerado que la propuesta del presidente catalán de impulsar un acuerdo de claridad para un referéndum de independencia pactado es "una huida hacia delante tras el fracaso de la mesa de diálogo" y cree que desprende tintes electoralistas.
Por su parte, la diputada de la CUP en el Parlament Laia Estrada ha asegurado que un acuerdo de claridad "no tiene recorrido si lo que pretende es hacer avanzar el proceso de autodeterminación", y le ha pedido a Aragonès que asuma que el Estado no se abrirá nunca a pactar un referéndum en Cataluña, informa Europa Press.