
En Estados Unidos lo más común es que el cliente pague obligatoriamente una propina a los camareros. Tras pedir la cuenta, el consumidor debe especificar qué porcentaje del total quiere sumar para gratificar el servicio. En la misma cuenta se 'sugiere' un extra que va desde el 18 al 22%. Esta práctica tan lejana para los españoles se ha empezado a notificar en algunos restaurantes de Madrid o Barcelona.
Desde FACUA-Consumidores en Acción ya han denunciado que esta propina es una forma de sustituir "los salarios decentes". Desde el gremio de la hostelería han recalcado que esta gratificación siempre es voluntaria. Sin embargo, los recibos que han visto en las dos ciudades se recomienda un porcentaje del 5, 8 y el 10%, según informa EFE.
En un establecimiento barcelonés, un usuario vio que en el tiquet, a la hora de seleccionar la propina, se asociaba a un emoticono. Si no dejaba nada, iba acompañado de una cara seria y la sonrisa iba aumentando a medida que ascendía el porcentaje. Posteriormente, se especificaba: "El 100% de la propina va destinada a camareros y cocineros".
Así, según el presidente de FACUA, Rubén Sánchez, se crea un "sentimiento de culpa". Así mismo, aclara que "no es un acto ilegal porque no lo imponen". Aunque, desde su punto de vista es una forma de aprovecharse de la clientela para que pague ese plus de los salarios "reducidos" del servicio.
Por su parte, Hostelería de España recalca que es una opción sugerida y que, sobre todo, lo están haciendo aplicaciones asociadas a los datáfonos. "Sigue siendo algo voluntario porque en España no forma parte del sueldo, sino que es una costumbre adquirida en la que el cliente muestra su satisfacción".
Según cuenta un consumidor Miguel Ángel Lozano a La Vanguardia, cuando le ocurrió pensó que le estaban gastando "una broma". Él y sus amigos tomaron la decisión de no dar propina al haberse sentido "violentados".
Las polémicas de las propinas
La polémica de las propinas en nuestro país se despertó hace unas semanas con el anuncio de la Comunidad de Madrid en el que animaba a la ciudadanía a añadir este complemento. "Son las propinas las que hacen posibles esos pequeños sueños de quienes nos atienden cada día", afirma este spot.
Semanas después un usuario estadounidense publicó un vídeo en redes sociales en el que afirmaba que no se debería dejar viajar a los europeos "hasta que sepan comportarse". ¿La razón? Una propina del 10% en una cuenta de 700 dólares.