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La nueva normativa de envases: más exigente para un modelo más sostenible

  • Los comercios estarán obligados a que un 20% de su superficie sea exclusivamente de venta 'a granel'
  • Se establecen obligaciones para envasadores, distribuidores y otros actores

2023 ha llegado con importantes novedades en el sector del envasado. Si el 30 de noviembre de 2022 la Comisión Europea lanzaba su propuesta de Reglamento de envases y residuos, el 27 de diciembre el Gobierno aprobaba un nuevo real decreto en esta materia, y unos días más tarde, el 1 de enero de 2023, entraba en vigor el impuesto sobre envases de plástico no reutilizables que supondrá un coste de 2.000 millones de euros, según las estimaciones de la industria alimentaria y que genera incertidumbre jurídica en el sector.

Es un momento, pues, de importantes cambios en este marco regulatorio para para seguir progresando en la gestión sostenible de los envases y sus residuos. El Real Decreto de envases establece nuevas obligaciones para los envasadores, pero también para la distribución y otros actores. Las normas estatales y comunitarias apuestan por impulsar la reutilización, el reciclaje y el ecodiseño, y el nuevo impuesto sobre los envases de plástico de un solo uso viene a penalizar, precisamente, los envases no reutilizables fabricados con plástico no reciclado.

Para abordar este asunto de actualidad, elEconomista.es organizó el encuentro informativo Los cambios en la Normativa del Envase, en el que varios expertos del país quisieron analizar el alcance de estas nuevas regulaciones, y, sobre todo, su aplicación al mundo real. A este respecto, Marga de Rosselló, socia de sostenibilidad y cambio climático de PwC, explicó que "desde las administraciones a veces no se considera con la suficiente profundidad cómo las regulaciones van a trasladarse a la práctica y su impacto para las empresas, ya que en muchos casos las compañías van a tener que implementar sistemas costosos debidamente certificados. Las empresas tienen que hacer un esfuerzo considerable para cumplir con las nuevas normativas".

Para Ismael Aznar, socio responsable de medio Ambiente y clima de PwC, este nuevo real decreto y, en general, los cambios en las normativas de envases, suponen un importante punto de inflexión en la regulación, ya que introduce importantes novedades para muchos sectores. Y es que, según indica, por primera vez la normativa española se anticipa a la europea poniendo el énfasis, principalmente, en la prevención, la reutilización y el alcance de la gestión de recipientes comerciales e industriales. Obligaciones que se extienden a cualquier ámbito de la actividad económica, algo que hasta ahora no se abordaba en nuestro país.

Por su lado, José María Bonmatí, director general de AECOC, la Asociación de Empresas de Gran Consumo, explicó como hasta ahora las empresas productoras, envasadoras y distribuidoras han demostrado su gran compromiso con el medio ambiente y la sociedad, algo que los consumidores deben tener en cuenta. "Y es que tanto la regulación como las demandas sociales llevan costes asociados. Dentro del Real Decreto de Envases se incorporan una serie de dificultades que no ayudan a las empresas. El impuesto del plástico es una carga que llega en el peor momento".

Ahondando en este nuevo tributo indirecto, Ricardo Fernández, director de calidad y desarrollo sostenible de Carrefour, dejó clara su posición: "No ayuda en absoluto el impuesto al plástico, que puede llegar a ser de entre un 0,8% o y un 4%, según el producto. Es mucho. Por ejemplo, a la botella de litro y medio de agua se le grava un 3,5%. Esta nueva tasa solo tiene dos meses de vida, pero es verdad que es un elemento de inflación importante que no ayuda para nada".

En relación a este asunto, Óscar Hernández, director de asuntos públicos y comunicación de Pascual, hizo hincapié también de las comunidades autónomas: "Lo único que se pide es la armonización de una serie de obligaciones, tanto fiscalidades como objetivos a cumplir. Se pueden conseguir resultados mejores si hay esa unión". Al respecto, Ismael Aznar apuntilló: "Es fundamental que no haya diecisiete responsabilidades ampliadas del productor, pues si no hay una norma homogénea es prácticamente inasumible".

Así afectará al 'retail'

Otro de los importantes cambios que introduce el nuevo real decreto es que las obligaciones y requisitos sobre reutilización y reciclaje afectarán a todos los sectores económicos y no solo al hostelero, tal y como apuntó el director general de AECOC: "Hoy el plástico reciclado es más caro que el virgen. Estamos en un país de pymes, y esto puede que sea una barrera para ellas. En lo referente a la reutilización lo vemos peligroso, porque además la ley española incluye conceptos que van en contra de lo que se quiere conseguir. No se da un margen amplio para que las empresas decidan como quieren llevarla a cabo. En España tenemos ya experiencia en hostelería, pero en el sector del retail es duplicar esfuerzos y a lo mejor no tiene sentido".

Y es que las nuevas directrices aprobadas obligan al comercio de la alimentación a que el 20% de su superficie sea exclusivamente para venta a granel. Ricardo Fernández aclaró que como concepto es muy positivo, aunque supone un cambio importante con mucha complejidad en su aplicación en estos momentos.

José María Bonmatí, por su lado, explicó que "afortunadamente estamos encontrando una posición razonable desde las administraciones públicas" y propuso que "ese cálculo posiblemente sea mejor por cadena comercial y no por tienda, que es como se está planteando en este momento".

Otra de las principales novedades que introducen las nuevas directrices es la implatación en España del sistema de depósito, devolución y retorno. Se trata de un sistema de gestión de envases usados en el que el consumidor, al comprar un producto envasado, deja un depósito o fianza -una cantidad de dinero adicional al precio del producto envasado, generalmente de algunos céntimos de euro-, que recupera al devolver el recipiente vacío en el mismo establecimiento, en otro distinto o en un lugar específico.

Al respecto, Marga de Rosselló fue clara: "Hay que ver cuándo es factible y eficiente, porque es complicado. Habrá situaciones en las que tenga sentido porque conciencia más al consumidor, ya sea a través de incentivos económicos o de otro tipo. Pero no debería ser generalizado, que es lo que está intentando alguna normativa en ese sentido".

Por su lado, Ismael Aznar argumentó que este sistema puede ser eficaz en entornos como el de los envases industriales o en espacios puntuales -eventos culturales o deportivos- donde la reutilización sigue siendo más fácil y rentable que el reciclado, algo en lo que coincidió con Ricardo Fernández: "Puede ser eficiente en sitios donde la gente consume en la calle. Si se implanta de forma genérica van a duplicarse los costos tanto para el empresario como el consumidor". Y explicó que la solución actual del contenedor amarillo es, posiblemente, la más óptima: "El país que mejor reutiliza y recicla envases es Bélgica, y tiene un sistema muy parecido al español".

El rol del consumidor

En el debate también se puso encima de la mesa el análisis del comportamiento del consumidor. Al respecto, Ismael Aznar explicó que se le deben dar pautas más sostenibles de consumo, aunque ya existen múltiples perfiles de usuarios comprometidos. Y en esta función pedagógica coincide también el director de calidad y desarrollo sostenible de Carrefour, que explicó: "Las encuestas dicen que el consumidor apoya claramente la sostenibilidad, pero luego en la práctica no ocurre así. Al cliente tenemos que ofrecerle opciones. Ya pasó hace quince años con el tema de las bolsas de la compra, sin la obligación de ninguna ley, o la reutilización de cajas en secciones de frutas y verduras", a lo que añadió: "El plástico está demonizado. Hay que educar bien al ciudadano, que tire sus envases en el contenedor del correspondiente para que consigamos un menor impacto de la huella de carbono".

El director de asuntos públicos y comunicación de Pascual, gracias a su experiencia en el sector, dijo: "Al consumidor, cuando va al comercio, lo que le mueve es el precio. Hay una mayoría que va al precio más bajo", y explicó también que aunque la nueva legislación española va a permitir el reciclaje químico, hoy por hoy todavía sigue siendo más cara la producción de embalajes reciclados.

Entre las conclusiones finales, destacó la de Marga de Rosselló: "Hay que ser sostenible, pero también es imprescindible que se conserve la eficiencia en la gestión, cumpliendo la ley y sus objetivos, y la universalidad de la cobertura. Y, desde luego, se debe contar con el apoyo y la colaboración de todos los agentes implicados. En todo momento, se debe preservar el objetivo del envase, que es la protección y conservación, y se debe tender a la prevención de los envases, su reutilización y a su cada vez mejor reciclaje, gracias a las mejoras tecnológicas, entre otros factores".

Sobre ese futuro, Ricardo Fernández indicó: "Vamos a evolucionar hacia envases de menos toneladas, muchos más eficientes y con ecodiseños más inteligentes. Estarán hechos con biobasados, es decir, producidos con recursos propios de la naturaleza que podrán ser más fácilmente reciclados", y el director general de AECOC sentenció: "Sin lugar a dudas, la tendencia debe ser que todos los envases se reciclen o reutilicen".

Desde el punto de vista regulatorio, el socio responsable de medio ambiente y clima de PwC, concluyó diciendo que las nuevas directivas van orientadas claramente hacia la reducción, la reutilización y el ecodiseño. Al respecto, Óscar Hernández dijo: "Las prisas no son buenas. Transición significa cambio, pero también progresión. Una política de gestos también conviene hacerla, y en este caso no ha ocurrido. Estos cambios tan profundos en la norma hay que hacerlos con más tranquilidad, que no implica ser pasivos".

Aquí puedes ver todas las fotos del encuentro.

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