
Las personas exitosas son individuos que siempre dedican tiempo a la lectura. Sin embargo, de acuerdo con la profesora de dirección y organizaciones en la Universidad de Northwestern, Brooke Vuckovic, es probable que estos (normalmente líderes) lean de forma distinta a como uno lo hace.
En las clases de liderazgo moral que imparte en su MBA (Master en Administración de Negocios), la académica requiere a sus alumnos que analicen novelas e historias cortas, para que así sean capaces de conocer cómo el poder y la empatía se manifiestan en el lugar de trabajo.
Vuckovic explicaba a CNBC Make It que: "Nuestros líderes buscan formas de desarrollarse, y la ficción es una manera normalmente minusvalorada, barata, regular, disfrutable y muy poderosa para que nos perfeccionemos, siempre que se lea de la forma correcta".
Así recomienda ella desarrollar un hábito de lectura de manera similar a la gente más exitosa.
Análisis, empatía y resolución de problemas
Cuando se comience una novela, la profesora pide hacer una pausa tras leer uno o dos capítulos, e intentar describir a los personajes principales: ¿Qué ha impactado en ellos? ¿Qué les mueve a actuar? La misma dice que de esta manera se desarrollan la conciencia interpersonal y la empatía, habilidades muy importantes en los líderes. Aplicadas a la oficina, este lugar se vuelve más agradable y próspero.
Acto seguido, Vuckovic pide identificarse con algún protagonista o elemento de la historia: ¿Qué se tiene en común? ¿Qué tiene de atractivo o interesante ese individuo o elemento? ¿Se comparten fortalezas o debilidades? Este segundo paso implica desarrollar una autoconsciencia, también imprescindible en las personas más exitosas, según la experta.
Mientras se continúa con la lectura se deben identificar todos los problemas y conflictos que puedan surgir. Y de manera breve, se debe describir el dilema moral que oculta cada uno. Si se trata de una problemática cercana, el lector debería intentar saber cómo resolverla. Concretamente, Vuckovic pide pensar cómo sería aconsejar a los personajes de la trama. Ello sirve para analizar y resolver problemas, sin los inconvenientes que supondría en la vida real. Finalmente, ayuda a la persona a desarrollar la forma de tratar neutralmente los problemas, algo muy útil para conflictos polarizados reales.
Llevarlo a la práctica
Una vez se hayan identificado y analizado todos los conflictos que asolan a los personajes, la académica pide relacionarlos con los propios dilemas que uno tiene. Quizás se concluya que se quiere cambiar de trabajo, o puede que se estén teniendo problemas a la hora de conciliar la vida laboral con la personal. Si uno se pregunta qué puede aprender de ese libro y no obtiene una respuesta clara, Vuckovic dice que: "Muchas veces tu primera respuesta va a ser un 'Nada', o un 'No tengo ni idea'".
En este caso propone inventarse la respuesta, crear un paralelismo entre los dilemas de la novela y los que uno tiene. Así, la persona podrá analizar una traba que le resulte familiar desde otro punto de vista. Pone como ejemplo un lector que hace malabares con su trabajo y familia, y que lee "El Gran Gatsby". Esta obra trata de perseguir sueños inalcanzables, y al forzar una conexión con su vida, puede que dicho lector descubra que se agarra a unos estándares imposibles sin darse cuenta.
Aunque la profesora admita que esto puede sonar a exageración, asegura que hacerlo puede ofrecer un buen punto de partida para analizar los problemas personales. "Solo es una forma de pensar creativamente y de manera distinta sobre los problemas que se te están planteando", explica Vuckovic.