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Esta es la joven que encontró en el emprendimiento la manera de saciar su curiosidad

  • La joven sentía curiosidad por las ciencias desde pequeña
  • En el instituto contactó con la universidad para empezar a investigar
  • Apostó por el emprendimiento para tener libertad de actuación
Cathy Tie.
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Cathy Tie tenía 18 años cuando fundó la empresa genómica Ranomics. Esta ofrece predicciones sobre riesgos de salud, basándose en la información genética. La compañía de información comercial sobre empresas Crunchbase indica que Ranomics ha reunido actualmente más de un millón de dólares de inversiones.

Tie fundó su segunda compañía con 23 años, Locke Bio, que es una especie de "Shopify" para compañías que comercializan drogas aprobadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos.

La joven emprendedora se considera una artista, aunque no del tipo que pinta cuadros o diseña plantillas. Y es que para ella el arte y la creatividad significan conocer el panorama completo de las varias industrias en las que participa, así como "ser capaz de ser interdisciplinar y casar conceptos de distintas industrias".

Estas son las formas en las que Cathy Tie ha desarrollado una mentalidad que le ha permitido triunfar en campos tan variados como la tecnología y la ciencia:

Curiosidad y proactividad

Tie ya se informaba sobre sus actuales industrias cuando comenzaba el instituto. "Siempre he amado la ciencia, sobre todo biología y química, desde que era muy pequeña", comenta. Se dio cuenta de que muchos estudios en ciencia que se le enseñaban en la escuela no incluían un conocimiento práctico, pues buena parte del trabajo consistía en memorizar libros de texto.

Así, cuando estaba en tercero de la ESO decidió comenzar a enviar correos a profesores de la Universidad de Toronto, preguntando si le permitirían pasar tiempo en sus laboratorios, investigar e incluso ayudarles con proyectos. Sus trabajos en la facultad le llevaron a publicar su primer artículo sobre inmunología, cuando tan solo tenía 16 años.

Tras su primer contacto con la universidad, Tie llegó a la conclusión de que en el ámbito académico se está atado a un sistema de becas, lo que limitaría sus actividades si continuase investigando en ese mundo. Por lo tanto, pensó en el emprendimiento como una manera de obtener la libertad para investigar aquello que le pareciese conveniente.

Su apuesta por el emprendimiento

Cuando Cathy Tie se dio cuenta de que la forma en la que quería provocar un cambio era a través del mundo de las startup, decidió empezar a aplicar a aquellos programas que podrían ayudarle a materializar sus objetivos. Ella ya tenía la idea básica de lo que más adelante sería Ranomics cuando estaba en tercero de ESO. Conoció a Leo Wan, su cofundador y en ese momento estudiante de doctorado, en una competición de startup. Ambos fueron admitidos en IndieBio, un programa que provee de fondos y guía a emprendedores en ciencia.

Tras esto, Tie terminó dejando la universidad y se mudó a San Francisco. Allí, persiguió su oportunidad y se convirtió en la directora ejecutiva de Ranomics, puesto que ejercería durante sus tres primeros años. También se le invitó a aplicar para The Thiel Fellowship, a la que posteriormente accedió, y que ofrece directamente una subvención de 100.000 dólares a jóvenes que hayan dejado la universidad, en el curso de dos años.

"A través del proceso en el que cree Ranomics, aprendí mucho de startups, vendiendo a la industria farmacéutica, y sobre cómo construir una compañía rentable", explica. 

La importancia de contar con tiempo libre

Su otra compañía, Locke Bio, cuenta actualmente con el apoyo de tres fondos de capital riesgo en Estados Unidos y Canadá, de acuerdo con la información de PitchBook. Hoy no comparte los detalles sobre la recaudación de fondos públicamente. Pero Tie dice estar excitada con el futuro de la empresa, así como con otras expansiones de productos que su equipo y ella están preparando.

"Creo que desde muy al comienzo de mi trayectoria profesional pisé el acelerador y trabajé muy duro, unas 100 horas por semana. Me di cuenta de que era insostenible, porque cuando no tiene tiempo para reflexionar, entonces no estás teniendo una visión amplia", comenta Tie. Mediante una comparación con un músico, asegura que la inspiración le llega en momentos aleatorios del día, incluso de madrugada, por lo que dice que debe guardar tiempo para esas horas libres, en las que las ideas pueden fluir con libertad.

En la actualidad, la joven emprendedora explica que dedica al menos 40 horas semanales a trabajar para asegurarse de que cuenta con el tiempo libre que necesite. "Se trata de hacer esas carreras, trabajando muy duro cuando tengo que hacerlo, para luego poder reflexionar en todo aquello que he aprendido", explica.

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