
La empresa tecnológica Match Group es dueña de aplicaciones de citas conocidas, como Tinder o Hinge. En el tercer trimestre de 2022 anunció mayores ganancias, en parte gracias al aumento de usuarios que contratan las opciones de pago en sus varias marcas. En el caso de Tinder se ha registrado un aumento del 7% en cuentas de pago.
Esto contrasta con una actualidad donde la inflación ha encarecido el coste de vida en la mayoría de economías avanzadas del mundo, lo que por supuesto incluye los gastos en citas, que al fin y al cabo suelen consistir en tomar algo, cenar o ir al cine, entre otros planes.
Para los inversores en estas plataformas esto son indudablemente buenas noticias. Sin embargo, cabe preguntarse si, en el contexto actual, los solteros que pagan en estas aplicaciones están realizando una buena inversión.
¿Pagar ayuda a encontrar el amor?
Pagar por mayores funcionalidades no hará que aparezca la persona adecuada para el usuario. Algunos factores de peso y externos a las posibilidades que brinda el dinero son: objetivos buscados en una relación, localización, o la personalidad del individuo. Sin embargo, esta inversión sí que puede ayudar en la estrategia para tener citas, en ciertas áreas.
La experta en citas y relaciones, Cora Boyd, explicaba a CNBC Make It que: "Muchas experiencias no demasiado placenteras ocurren en las aplicaciones de citas porque la gente no está comprometida". Boyd ayuda y asesora a sus clientes para encontrar el amor, mediante contenido educativo.
Desde su punto de vista, quienes pagan por funcionalidades extra en este tipo de páginas web como mínimo reporta haber disfrutado más de sus experiencias, y muchos aseguran tener mejores resultados.
Una inversión implica compromiso
Boyd tiene claro que quien paga por estas aplicaciones es alguien que busca con seriedad, que quiere encontrar una conexión mutua que lleve a una relación con mayor compromiso. "Alguien que solo entra de paso, que no va en serio o que no va a dar seguimiento a la aplicación no pagará por su uso", aclara.
Algunas páginas como eHarmony requieren de pago por hablar a un posible 'match' (conexión), por lo que este hecho puede implicar que las personas que acceden a una conversación estén más comprometidas que en aquellas aplicaciones donde no se requiere de un pago, como Tinder o Bumble.
Una joven comenta que desembolsó más de 100 dólares en seis meses, lo cual al principio le pareció "duro" y "poco inteligente", sobre todo teniendo en cuenta que la inversión tuvo lugar en pandemia, momento en el que no contaba con ingresos. Sin embargo, sus padres le apoyaron, y ella misma afirma que finalmente mereció la pena. Conoció a su actual novio en eHarmony, y la misma comenta que llevan dos años juntos.
Diversas posibilidades de pago
Aunque pagar por una aplicación de citas puede implicar una inversión no menor en el actual contexto de inflación, esto puedo compensarse ahorrando tiempo al usuario. Esto es así, según comenta Boyd y basándose en su experiencia, porque en aplicaciones como eHarmony, donde las personas que chatean tienen que pagar, las citas suelen ser mejores.
En otras aplicaciones como Tinder o Hinge el pago implica posibilidades adicionales, como dar "me gusta" ilimitados o aplicar numerosos filtros a la búsqueda de personas. También incluyen características más momentáneas, como pagar por que el perfil sea más visible y recomendado por la aplicación durante un breve período de tiempo.
Por tanto, una inversión puede ahorrar tiempo y facilitar la evaluación de los demás usuarios. Si bien esto es igualmente posible sin acudir a webs de citas, Boyd aclara que depende de la persona escoger, según sus objetivos hacia los demás y de acuerdo con su presupuesto. En el caso de quienes busquen el amor, estos pagos pueden implicar una motivación importante.