
La alternativa a Antonio Garamendi para presidir la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) toma cuerpo. Virginia Guinda, vicepresidenta de Foment del Treball, dio a conocer este martes en la sede de la patronal catalana los apoyos con los que cuenta para presentarse a las elecciones. La batalla se presenta desigual, pero la dirigente habrá conseguido como mínimo representar el descontento existente entre algunas organizaciones con la gestión del mandatario vizcaíno.
Como anticipó el lunes elEconomista.es, la consejera delegada de Iberboard cuenta con el respaldo de Foment, Faconauto –concesionarios-; Acogen -cogeneración industrial-; y la Asociación Profesional Nacional de Gestores Administrativos. A estas cuatro entidades, el mínimo requerido para presentarse, se les sumó en las últimas horas Fecic –de la industria cárnica-. En total, 25 avales frente a los 20 que necesitaba para formalizarse como opción.
Guinda confía en el voto secreto para plantar cara a Garamendi; algo que a priori parece complicado. Las cinco patronales suman apenas 55 votos frente a un censo de 700 personas. Mucho camino por recorrer, aunque haya patronales como Aspapel –la patronal del papel- que serán claramente favorables a la catalana a pesar de no haberse pronunciado oficialmente.
Guinda pide también un gran pacto de rentas para hacer frente a la inflación
A pesar de la diferencia existente sobre el papel, la directiva asegura que no contempla unirse con el actual mandatario de la CEOE. Sí admitió que espera su llamada.
Sostiene que se presentó al procedimiento por voluntad propia una vez Gerardo Pérez, presidente de Faconauto, se echó atrás tras recibir presiones de grandes empresas. Cuenta eso sí con el íntimo apoyo de Foment del Treball y su presidente Josep Sánchez Llibre, que este martes compareció junto a ella y ha sido uno de los más críticos con Garamendi tras la negociación por la reforma laboral.
Además, hizo suyos buena parte de los argumentos que la entidad catalana ha abanderado en los últimos meses, como es un gran pacto de rentas que incluya los salarios en la empresa privada, pero también al sector público y las pensiones.
La ruptura con la reforma laboral
Guinda añade que pretende construir una CEOE más "participativa, de proximidad y moderna". Es decir, que escuche más a los afiliados; uno de los grandes reproches que desde Foment hacen a Garamendi. El descontento se hizo especialmente patente durante la negociación de la reforma laboral, en la que el presidente se rodeó de su equipo de confianza y las distintas patronales tuvieron un peso anecdótico en el debate.
La omisión levantó ampollas no solo en Cataluña, también organizaciones como CEIM –la territorial madrileña- o Anfac -automoción- se quejaron del contenido del nuevo marco. Hoy ambas parecen alejadas de respaldar a la directiva catalana, señalan en el sector.
No obstante, Foment del Treball logra así mostrar su disconformidad con la gestión de Garamendi al frente de la CEOE, al que en ocasiones se acusó de tener "mano blanda" con el Gobierno y "no defender los intereses de las empresas". Se produce después de la retirada a última hora de Gerardo Pérez, presidente de Faconauto, tras recibir presiones de grandes empresas.