
Empresa Familiar de Castilla y León (EFCL) ha alertado de que el 81 por ciento de sus compañías asociadas no tienen "previsto" su proceso de tránsito generacional y que en la próxima década se ponen "en juego" la actividad económica y los empleos que generan.
"Menos del 15 por ciento de las empresas llegan a la tercera generación y el 33 a la segunda. Estamos entre la primera y la segunda generación de la mayoría de ellas por lo que en los próximos años es inminente un relevo generacional, lo que deriva en que en cinco o diez años nos juguemos la actividad económica y el empleo en muchas de ellas", ha señalado el director de EFCL, Eduardo Estévez que, junto con el presidente, Pedro Palomo, y el director de ARPA Abogados Consultores, Carlos González, han presentado el informe 'Caracterización y representatividad de la empresa familiar en Castilla y León'.
Se trata, ha apuntado Pedro Palomo, de un estudio "riguroso" sobre la representatividad del sector y sus características "específicas", así como perspectivas económicas en tiempos "convulsos" para "identificar" las necesidades y llevar a cabo acciones que permitan "soportar" un tiempo de "incertidumbre" marcado por la "inflación, la caída de márgenes, los costes de energéticos y la dificulta de financiación ante la subida de los tipos de interés".
En este sentido, han recordado que más del 90 por ciento de las empresas de Castilla y León son familiares, representan el 66 por ciento del PIB regional y generan el 73 por ciento del empleo del sector privado. "Por ello es fundamental conocer bien sus características para adoptar las medidas necesarias que les permitan seguir siendo el motor de nuestra economía", ha incidido Pedro Palomo.
El informe constata que más de la mitad de las empresas familiares de la Comunidad tienen menos de 10 asalariados mientras que entre las empresas no familiares, el tamaño más frecuente está entre 10 y 50 personas asalariadas. También es significativamente mayor el porcentaje de empresas no familiares de entre 50 y 250 asalariados, el nueve por ciento frente al 3,5 por ciento en las empresas familiares.
"Solo un 0,67 por ciento de las empresas tienen más de esos 250 trabajadores, un cifra inferior al cuatro por ciento que presenta en Alemania", ha avanzado Estévez que insiste en que "adquirir una mayor dimensión" es "vital" para "ganar competitividad y productividad".
Una de las particularidades de estas empresas es que el 83 por ciento de ellas la familia o familias propietarias tienen una participación del cien por cien de la empresa. Además, tienen mayor antigüedad, con un 20 por ciento con más de un cuarto de siglo de actividad. La mayoría de ellas se encuentran en segunda o tercera generación, frente al doce por ciento de las de la otra tipología. La mayoría de estas empresas se encuentran en primera o segunda generación y únicamente el trece por ciento declara estar en la tercera generación o siguientes.
Tránsito generacional
En este punto, Estévez ha subrayado que el 19 por ciento los asociados tiene previsto un proceso de tránsito generacional en los próximos cinco años. Sin embargo, la mayor parte de las empresas familiares no tiene ningún programa acordado para la sucesión en la empresa, ya que solo el 14 por ciento de los encuestados reconoce disponer de él.
"Formación e información son dos de los ejes prioritarios en los que venimos trabajando desde EFCL para favorecer la continuidad la empresa familiar y deben ser también una prioridad en la actuación de las administraciones, a las que reiteramos nuestro ofrecimiento para seguir colaborando en favor de la empresa familiar y, con ello, en el desarrollo y crecimiento económico de nuestra Comunidad", aseguro Pedro Palomo que remitirá el informe a la Junta.
Ventajas fiscales
En este sentido, también advierten de que solo una de cada diez empresas familiares de la Comunidad aprovecha las ventajas fiscales en materia de sucesiones que existen en España para este tipo de compañías, y el 82 por ciento afirma no haber recibido información ni formación específica en empresa familiar.
Estévez ha apuntado que "garantizar la supervivencia y mantener el empleo" son los dos factores "más importantes" para este tipo de compañías, junto a la "responsabilidad" con el personal y la sociedad y el mantenimiento del legado y los valores como empresa familiar.
Expectativas
El estudio también analiza la percepción de la situación económica actual y precisa que el 44 por ciento de las empresas pronostican un crecimiento "frágil de la economía sin generación de empleo", frente al 24 por ciento que vislumbra un crecimiento moderado y el 26 que vaticina un decrecimiento con destrucción de empleo.
Por su parte, las perspectivas de facturación para 2022 son iguales que las de 2021 para el 36 por ciento de las empresas, si bien entre las empresas familiares existe un mayor pesimismo, ya que solo el 28 por ciento de estas compañías considera que serán mejores o mucho mejores, frente al 36 por ciento de las no familiares.
En ambas tipologías de empresas, el coste de las materias primas es el factor al que se atribuye mayor impacto en sus resultados (51 por ciento), seguido por los costes energéticos y la reducción de mercado.
Respecto a las medidas tomadas por la empresa para afrontar la situación económica actual, destaca la reestructuración de los costes no laborales, tanto en las familiares (23 por ciento) como en las no familiares (25 por ciento).
El segundo aspecto indicado en las empresas familiares es la reducción de inversiones planificadas (21 por ciento) y en las no familiares la paralización de nuevas contrataciones (19 por ciento).
Salario y paro
En este punto, Palomo ha reclamado no "tensionar más" a la empresas en cuestiones salariales. "Nos encantaría que los trabajadores cobrasen el máximo posible, porque no hay nada que genere mayor satisfacción para el empresario. Pero en el debate no se habla de productividad y solo de salario. Queremos que trabajadores y empresas adquieran competencias para que continúen. Tensionar a nivel salarial a la empresa puede ser un elemento distorsionar de su actividad", ha añadido.
En este punto, ha aventurado que con el actual escenario económico la contratación se restrinja en el primer trimestre del próximo año con un aumento del paro. "Las medidas para enfriar la economía trae aparejada destrucción de empleo", ha zanjado.