Era solo cuestión de días. Después de varias jornadas pidiendo su dimisión, PSC, ERC y la CUP suspenden a la presidenta del Parlament, Laura Borràs. La Mesa de la institución aprobó la inhabilitación de la dirigente independentista con los votos a favor del triunvirato y solo la oposición de su formación (Junts). Sucede después de que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) decidiese enviarla a juicio por, presuntamente, fraccionar contratos en favor de un amigo cuando dirigía la Institució de les Lletres Catalanes (ILC).
La votación se produjo tras los intentos, infructuosos, de que Borràs dimitiese, algo que le pidieron el resto de formaciones a lo largo de toda la semana. Lo hicieron incluso algunos miembros de la dirección de Junts, avanzó La Vanguardia a comienzos de semana. "Los que me quieren muerta tendrán que matarme" había dicho antes a través de Twitter. Aunque no perderá la condición de diputada, no podrá participar en la actividad parlamentaria ni cobrar hasta que se resuelva la causa judicial en la que está inmersa.
PSC, ERC y la CUP se ampararon en el artículo 25.4 del reglamento de la Cámara, que obliga a la Mesa a suspender a los diputados con juicios vinculados a la corrupción. Borràs está siendo investigada por prevaricación y falsedad documental. Los tres partidos tomaron la decisión después de que el TSJC mandase a juicio a la dirigente. La suspensión tiene "efectos inmediatos" informó el parlamento en un comunicado.
El cese se produjo sin que la líder independentista estuviera delante, a pesar de ser miembro de la Mesa, pues era parte implicada en la votación. Queda un fleco por resolver: para que se nombre un nuevo presidente, Borràs debe renunciar, algo que, aunque puede hacer más adelante, todavía no ha hecho. Cuando de el paso atrás, la sustituirá la republicana Alba Vergés, vicepresidenta primera. No parece estar la labor, eso sí, de poner facilidades a la sucesión.
Borràs: "No han sido cinco diputados, han sido cinco jueces"
Tras conocerse la resolución del Parlament, la presidenta de Junts rompió su silencio de manera pública y señaló a los cinco miembros de la Mesa "con nombres y apellidos". "Hoy no han venido vestidos de diputados, han venido vestidos de jueces hipócritas para apartarme de la política", disparó. Además, les tildó de cómplices con los magistrados del TSJC, que este mismo jueves le notificó el auto de apertura de juicio oral, hecho público el martes.
"No renuncio, no me doblo, no me han vencido", insistió. Y añadió: "se vulneran mis derechos y los derechos de todas y cada una de las personas que me votaron". No dudó en calificar el artículo 25.4 que amparó la suspensión como un "artículo infame que vulnera derechos fundamentales y genera inseguridad jurídica".
Aunque se libró de los delitos de malversación y fraude, la Fiscalía reclama para Borràs una pena de seis años de cárcel y 21 de inhabilitación por los presuntos delitos continuados de prevaricación y falsedad documental. Le acusa de haber fraccionado y adjudicado a un conocido hasta 18 contratos menores por un valor de más de 300.000 euros durante su etapa al frente del ILC.