Lograr que la nueva era digital impregne con éxito a las compañías no se conseguirá solo a través de la dotación de recursos tecnológicos. Es imperativo que se cree una cultura empresarial en la que la mentalidad entre el mundo físico y el digital se unifique.
Para conseguirlo, es necesario que las empresas doten y formen a sus empleados en nuevas habilidades que les permitan adaptarse a la fórmula híbrida. En este sentido, la firma Euroforum ha detectado carencias en trabajadores y empresas que, ante el modelo de trabajo híbrido, y sin una adecuada estrategia de formación, podrían afectar negativamente a su productividad y competitividad.
Una de las principales conclusiones de la compañía es que más allá de las diferentes herramientas tecnológicas que puedan implementarse en las organizaciones, es fundamental, de cara a potenciar su fuerza laboral híbrida, detectar las necesidades de los empleados y dotarlos de habilidades blandas o soft skills, complementándolas con habilidades digitales o digital skills.
Para Elena Díaz Torres, directora del área de Learning de Euroforum, la inteligencia emocional (IE) sigue posicionándose como eje de las habilidades blandas, siendo una de las más buscadas en empleados y directivos por su incidencia directa en la capacidad del liderazgo, el trabajo en equipo, la gestión del tiempo, la resistencia al estrés... De hecho, según LinkedIn, el 57% de los directivos ya considera las soft skills más importantes que los conocimientos técnicos, mientras que las compañías con competencias en inteligencia emocional superan en un 15%-20% sus objetivos anuales de ingresos.
No obstante, Díaz asegura que las habilidades blandas tienen que complementarse con las competencias digitales, que divide en tres áreas. En primer lugar, el entendimiento y uso de los medios digitales básicos para poder desarrollar su carrera en una compañía, adaptado al área concreta en el que el trabajador desarrolla su actividad.
En segundo lugar, la habilidad de comunicación digital, que integra la habilidad de comunicarse de forma ágil y productiva con sus compañeros, superiores, proveedores, clientes... utilizando herramientas digitales; comunicarse de forma eficiente de manera síncrona online y asíncrona; trabajando proactivamente en entornos digitales, redes sociales y espacios colaborativos online, etc.
Por último, la directiva señala la competencia digital en nuevas formas de trabajo, que se refiere a poner en práctica y facilitar actividades, procedimientos y objetivos con medios y herramientas digitales; dominar el uso documentos colaborativos online; comunicarse, utilizando medios digitales, de forma eficaz y productiva potenciando el trabajo en equipo en entornos y con herramientas digitales, etc.
'Mindset digital'
Desde Randstad prevén que la influencia de la tecnología supondrá la evolución de muchas formas de trabajo, de tal modo que, en los países de la OCDE, el 30% de los empleos se modificarán mientras uno de cada siete trabajos actuales directamente desaparecerá. En este sentido, el estudio Flexibility at Work de la compañía de recursos humanos destaca que, a pesar de la importancia de la tecnología en la economía actual, más del 25% de las grandes empresas de la OCDE están teniendo dificultades para encontrar determinados perfiles tecnológicos.
Por tanto, desde Randstad destacan el concepto de mindset digital, es decir, la mentalidad digital. Según Bill Fischer, director del programa de Innovación del MIT, una persona que tenga activo el mindset digital poseerá la capacidad de poder explorar todo lo que nos brinda la era digital y crear con esto valor e impulsar al mundo hacia lo que sigue.
"No se trata del conocimiento de las nuevas tecnologías, sino la predisposición y la actitud para saber desenvolverse en ellas. Un conjunto de competencias transversales que se inscriben en el ámbito de las soft skills", indican desde Randstad. Unas competencias que no son baladí si se tiene en cuenta que ya para este año, el 65% del PIB mundial será digital, según las previsiones de IDC.
Desde la escuela de negocios INESEM Business School señalan que pese a que hay profesionales que se encargan exclusivamente de llevar a cabo el proceso de transformación digital de una empresa, todos los miembros de esta deberían adquirir estas capacidades y adaptarse a los nuevos cambios, así como aquellas personas que deseen incorporarse al mercado laboral.
Sin duda, el trabajador del futuro será más valorado por sus cualidades personales, por explotar aquello que las máquinas no serán nunca capaces de ofrecer. Por lo tanto, los mejores trabajadores no solo serán los expertos en las tecnologías emergentes; sino también aquellos que no descuiden la dimensión personal, más importante que nunca en los entornos laborales.