Su nombre es Giuseppe Crippa y es una de las 236 personas que han debutado en este 2022 en la lista de los más ricos de Forbes. Este empresario italiano, nacido en un pequeño pueblo al noreste de Milán, cuenta con la novedad de haberse estrenado en esta lista a los 87 años de edad. Actualmente, su patrimonio neto está valorado en 4.000 millones de dólares. ¿Cómo ha llegado hasta aquí?
Cuando muchos o la mayoría de las personas se conformarían con una indemnización millonaria a los 60 años, Crippa decidió dar una vuelta de tuerca a su negocio. Después de trabajar durante 35 años para el fabricante de semiconductores franco-italiano STMicroelectronics (STM), Crippa aceptó el despido, pero en vez de jubilarse aprovechó para fundar una nueva empresa, Technoprobe, en 1995.
Ahora, 27 años después, Tecnoprobe puede presumir de ser uno de los dos mayores fabricantes de tarjetas sonda del mundo, además de tener entre sus clientes nombres tan importantes como Apple, Qualcomm, Samsung y Nvidia (tecnología) y AMD, Intel y TSMC (fabricantes de semiconductores). Uno de sus mayores logros llegó al conocer los resultados de 2021, unos beneficios netos de 136 millones de dólares y unos ingresos de 446 millones, superando los 436 millones de dólares de ventas registrados por la división de tarjetas de sonda de FormFactor, su principal competidor.
"Era muy ingenioso. Para reparar una tarjeta de sonda, había que enviarla a Estados Unidos y se tardaban dos semanas. Así que Crippa ideó un proceso para hacerlo en su propia cocina", cuenta Stefano Felici, director general de Technoprobe y sobrino de Crippa, a Forbes en una entrevista a través de Zoom realizada a principios de marzo. Desde 2017, Technoprobe está dirigida por el sobrino y el hijo de Crippa como consejero delegado y presidente, respectivamente. Crippa es desde entonces el fundador y presidente de honor.
Pero, sin duda, su gran pelotazo vino cuando Technoprobe salió a bolsa en el Euronext Growth de Milán en febrero de este año. Su estreno no pudo ser mejor, ya que convirtió a Crippa en multimillonario y a su familia en una de las más ricas de Italia, gracias a una participación del 75% en la empresa. Por el momento todo va como la seda, ya que no hay signos de desaceleración, con Apple y Samsung produciendo teléfonos y tablets cada año, y con los fabricantes de automóviles utilizando tarjetas de sonda para ayudar a equipar los nuevos coches con pantallas y sensores.