
Las entidades no autorizadas son un lastre para el mercado de valores. Muchos ciudadanos, inexpertos en el campo de la inversión, caen en las garras de estas empresas, movidos por promesas de grandes beneficios y rendimientos. De hecho, la inestabilidad provocada anteriormente por la pandemia y, ahora, por la guerra entre Ucrania y Rusia son un caldo de cultivo perfecto para que proliferen estos "chringuitos".
Así los califica la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que los describe como "entidades sin escrúpulos". De hecho, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), actualmente hay 96 empresas no autorizadas. El problema se hace más grave cuando se atiende a que esta cifra solo representa a las entidades que han descubierto de momento.
¿Cómo puedo saber que se trata de un chiringuito financiero?
La OCU enumera una serie de señales de alarma, unos indicios que hay que tener en cuenta antes de confiar los ahorros de una vida a cualquier entidad.
En primer lugar, la mayor señal de alerta es la rentabilidad. Aquellas empresas que prometen rendimientos elevados suelen ocultar el enorme riesgo que conllevan.
Por otro lado, estas organizaciones suelen pedir el dinero por adelantado. Además, aunque no lo anuncien, el dinero abonado suele dirigirse a operaciones no completamente legales.
Asimismo, suelen ofrecer sus servicios a través de internet, en periódicos o en revistas.
Por último, la sede social de estas empresas yace en paraísos fiscales o se esconde detrás de un código postal.
No obstante, todavía queda una característica en común, solo que esta no puede verse a simple vista. No están registrados en la CNMV, ni en el Banco de España, por lo que no están autorizados para realizar las operaciones que llevan a cabo. "Simplemente, son estafadores", señalan desde la OCU.
¿Qué tengo que hacer para no caer en el engaño?
Desde la Organización de Consumidores y Usuarios, explican que hay una serie de aspectos que pueden salvar los ahorros de los inversores.
En primera instancia, antes de contratar un producto de inversión, hay que confirmar que se ajusta a al perfil de riesgo que se presenta en ese momento.
Es deber del ahorrador desconfiar de cualquier entidad que prometa obtener beneficios muy por encima del mercado y, más aún, en poco tiempo.
Por otro lado, hay que informarse siempre sobre la empresa, así como sobre el tipo de inversión y los riesgos que conlleva.
Además, es necesario pedir aclaraciones sobre cualquier cosa que no se entienda acerca del producto que se ofrece.
No obstante, hay ocasiones en las que es inevitable caer en las redes de estos estafadores. En estos casos, la única opción es acudir a las autoridades y denunciar lo ocurrido.