Hoy en día, los consumidores están más concienciados que nunca sobre los efectos de la alimentación tanto en el organismo como en el medio ambiente. Los cambios en las tendencias de consumo han propiciado que las empresas se preocupen por el valor que aportan sus productos a los clientes. En este sentido, uno de los alimentos que más polémica ha generado durante años es el café.
La bebida que acompaña a medio mundo en cada una de sus mañanas ha sido protagonista de numerosos estudios acerca de su impacto en el organismo. No obstante, Boukje van Gelder, experta en medicina de Harvard, ha realizado un nuevo descubrimiento sobre uno de los productos más consumidos del planeta: el consumo continuado de café es bueno para el cerebro.
Así lo demuestra el último estudio que ha realizado sobre 676 personas adultas. Un análisis de diez años en los que los sujetos de estudio tomaban distintas cantidades de café.
El café reduce el deterioro cognitivo
El estudio de Gelder demostró que las personas que bebían café tenían menos deterioro cognitivo que los que no lo hacían.
De hecho, el análisis puso de manifiesto que aquellos sujetos que consumían tres tazas de café al día veían un impacto drásticamente mayor que los que tomaban más o menos.
No obstante, cabe destacar que la proporción café-agua con la que se prepara esta bebida en cada lugar del mundo es considerablemente distinta, por lo que la referencia para entender la cantidad de café consumido por cada persona equivaldría a unos 100 mg de cafeína por taza.
Así es como el café protege al cerebro
En concreto, la experta de Harvard identificó una serie de beneficios derivados del consumo de café en personas adultas.
En primer lugar, la cafeína aumenta la serotonina y la acetilcolina, dos sustancias encargadas de estimular el cerebro y ayudar a estabilizar la barrera hematoencefálica, una red de vasos sanguíneos y tejido que evita que las sustancias dañinas penetren al cerebro.
Por otro lado, los micronutrientes del café pueden prevenir el daño de los tejidos por los radicales libres, un tipo de molécula que puede aumentar el riesgo de padecer cáncer. Del mismo modo, su consumo previene el bloqueo de los vasos sanguíneos del cerebro.
Por último, el café contiene altas concentraciones de trigonelina, un derivado de la vitamina B6 con efectos antioxidantes, encargados de proteger también los vasos sanguíneos del cerebro.
¿Cómo debo consumir el café?
Como punto de partida, Gelder recomienda el consumo de entre dos y cuatro tazas diarias, menos de 400 mg de cafeína al día.
Por otro lado, la experta recomienda beber café elaborado a base de granos recién molidos y con tostados oscuros para disminuir los químicos no deseados. Así como evitar el café sin filtrar, que aumenta los niveles de colesterol.
Cabe destacar que Gelder añade tres indicaciones importantes a su estudio, tal y como recoge la CNBC, consejos ligados a un consumo sano de café:
1. Practica la inteligencia corporal
El impacto en el organismo del café no es idéntico en todas las personas, por lo que la cantidad recomendable varía para cada caso.
La experta aconseja conocer el cuerpo de uno mismo, probar diferentes cantidades de café y analizar cómo responde el organismo. Cuando el consumo provoca mal estar es necesario reducir la dosis.
2. Incluye el café en tu rutina
Aquellas personas que no estén acostumbradas a beber café pueden sufrir dificultades para normalizar su consumo.
Por este motivo, Gelder recomienda elegir la mañana como lugar de rutina para crear un hábito de consumo diario, nada más despertarse.
3. Elimina las cafeterías
El consumo en establecimientos aumenta el gasto personal diario. Por otro lado, el consumidor no puede saber los componentes del preparado, por lo que aumenta el riesgo de beber procesados que inflamen el intestino y el cerebro.