
Que el último capricho de Jeff Bezos llegue a las manos del multimillonario requiere de desmontaje urbano. El desarrollo de esta historia no quita un ápice de impacto al titular, y es que el nuevo superyate del fundador de Amazon cuenta con unos mástiles más altos que el máximo al que puede elevarse el emblemático puente de Rotterdam que tendrá que atravesar.
Oceanco, con sede en Alblasserdam (Países Bajos) está a punto de concluir el yate de vela de 127 metros de largo. Para entregar el Y721 (así se llama) a su propietario, la embarcación de extra lujo tendrá que pasar por Rotterdam pero hay un obstáculo que es, además, monumento nacional desde el año 2000.
De Hef es un puente levadizo de acero construido en 1927 y se considera un icono del patrimonio industrial de Rotterdam, centro de construcción naval. Toda una reliquia que ya ha pasado varias modificaciones en su estructura y que el Ayuntamiento se comprometió a no tocar más. La promesa está a punto de ser incumplida.
La ciudad ha accedido a desmontar temporalmente la sección central del puente este verano para dar paso al yate, según Frances van Heijst, una portavoz de la ciudad consultado por Bloomberg.
El coste de la 'demolición' no se cargará a las arcas públicas
El líder del proyecto del consejo de Rótterdam, Marcel Walravens, ha defendido el desmontaje temporal en declaraciones a la emisora local Rijnmond por ser la "única alternativa" para completar lo que el municipio considera "un proyecto muy importante" en términos económicos,
Eso sí, será Oceanco quien asuma el coste de la 'demolición' del puente, según ha indicado van Heijst, que podría derivar parte del montante a Bezos, la segunda persona más rica del mundo con un patrimonio de 1.500 millones de dólares.
La noticia no ha sido bien acogida por muchos. "¿Este hombre ha ganado su dinero recortando personal estructuralmente, evadiendo impuestos, eludiendo regulaciones y ahora tenemos que derribar nuestro hermoso monumento nacional? Eso es ir demasiado lejos", escribió en Twitter el político Stephan Leewis.
La fiebre por los superyates
El Y721 será uno de los yates de vela más grandes jamás construidos en los Países Bajos, país que tiene el reconocimiento oficioso pero no oficial de ser el centro de construcción de los barcos de mayor lujo.
Este no es el primer dolor de cabeza que causan sus mástiles. La enormidad de las velas del yate impide que un helicóptero pueda aterrizar a bordo con seguridad por lo que su flamante dueño ha encargado construir un yate de apoyo equipado con un helipuerto para acompañarlo.
Los crecientes niveles de riqueza personal impulsaron las ventas de superyates a niveles récord el año pasado. Según recoge Bloomberg en datos de un informe de la firma de datos marítimos VesselsValue, en 2021 se vendieron un total de 887 barcos de este tipo, un 77% que en 2020 y el doble que en 2019.