Los clientes de Apple están acostumbrados a los avances tecnológicos de la compañía. Unas funcionalidades que han conseguido que millones de clientes se enamoren de los dispositivos de la firma. Sin embargo, la última función que Apple está planeando incluir no busca el entretenimiento de los usuarios, sino que pretende salvar vidas.
La compañía, todavía inmersa en una crisis de chips semiconductores vitales para la fabricación de sus dispositivos, planea implementar una nueva función de seguridad para iPhones y Apple Watches. Esta funcionalidad permite que el dispositivo detecte los accidentes de coche y llame directamente a los servicios de emergencias.
Esta función estará disponible en 2022
Para llevar a cabo esta función, el smartphone o el reloj inteligente usará los sensores de movimiento para medir aumentos repentinos de gravedad y aceleración. Esta tecnología de medición ya está implementada en los dispositivos, ya que los productos de Apple han detectado más de 10 millones de posibles accidentes, aunque todavía no alerta a los servicios de emergencias.
En principio, esta tecnología no estará disponible en los dispositivos de la marca hasta el próximo año, tal y como aseguran unos documentos de la compañía a los que ha tenido acceso The Wall Street Journal. Sin embargo, las fuentes consultadas por el medio estadounidense afirman que este lanzamiento podría retrasarse o cancelarse indefinidamente.
De momento, el gigante de los smartphones todavía está lidiando con la escasez global de chips y con los problemas en la cadena de suministros y, a pesar de que ha sido el competidor que mejor ha paliado esta situación, llegando a aumentar sus ventas, esto podría suponer un problema para lanzar nuevos dispositivos que contengan esta función.
No obstante, este no es el primer ni el último intento de Apple de mejorar la prevención y actuación en los accidentes. Apple ya cuenta con otras funciones como la detección de caídas de una bicicleta, y pretende lanzar otra funcionalidad que detecta la presión arterial y al azúcar en sangre, de tal modo que se pueda prever un accidente cardiovascular.
