
Muchos trabajadores se frustran y no son productivos porque se sienten estáticos en su puesto, la rutina y las pocas previsiones de crecer en la empresa provocan que el empleado se sienta menos integrado y responda peor a las labores propias de su actividad. Por este motivo, es necesario que existan líderes y liderados que se compenetren y fomenten la buena labor del otro.
En este sentido, Rob Cross profesor de liderazgo en Babson College y fundador de Connected Commons, explica que existen dos tipos de trabajadores: estimulantes y energizantes. Un trabajador estimulante es aquel que mejora la calidad de su trabajo cuando recibe apoyo o aprobación de sus compañeros y jefes. Por su parte, un trabajador energizante es el que provoca este sentimiento en el estimulante. Gracias a ellos, otros empleados desempeñan mejor sus funciones. Además, son capaces de atraer a otros compañeros para trabajar en sus proyectos.
De hecho, según Cross, una persona energizante tiene de tres a cuatro veces más posibilidades de ascender más rápido que sus compañeros.
Las 9 habilidades que definen a un trabajador energizante
Tal y como explica el experto, los trabajadores energizantes tienden a llevar a cabo ciertas acciones de manera sistemática, lo que mejora el ambiente laboral y la capacidad de producción de la plantilla:
- Lograr un equilibrio entre conseguir que el resto de empleados cercanos al proyecto desempeñen una gran labor y acercarse a ellos a nivel personal.
- Mantener un equilibrio entre las labores que pide al resto de los trabajadores y las que él aporta a la empresa.
- Mantener una comunicación constante de las acciones que va a llevar a cabo y, además, realizarlas.
- Mostrar compromiso con metas grupales que van más allá del propio interés.
- Incluir a otros en posibilidades realistas que capturen su interés y fomenten su creatividad.
- Interactuar con los demás y mostrar interés en sus ideas.
- Crear espacios para que el resto de trabajadores reflejen sus ideas y asegurarse de que sus esfuerzos se ven reflejados en el proyecto.
- Cuando se está en desacuerdo con el plan de acción o las ideas de otra persona hay que centrar el problema en el proyecto y no en la persona.
- Mantener un equilibrio entre empujar al grupo hacia una meta y aceptar las nuevas ideas de otros empleados para alcanzar esa meta.
Los energizantes son conectores, personas que si decidiesen irse a otro lugar dejarían un gran hueco en la empresa y comenzarían a fortalecer la nueva compañía. Por el contrario, las personas que no son de este tipo encuentran problemas y limitaciones en las labores y los planes de proyecto. Es este el motivo por el que los empleadores quieren energizantes en su plantilla.