El cambio cultural y laboral al que ha empujado la pandemia sigue dejando un reguero de derivadas que habrá que ver qué continuidad tienen en el futuro. Y es que, si bien el teletrabajo y las nuevas realidades que ha impulsado la pandemia ha favorecido según muchas voces aspectos como la conciliación o la autogestión de los trabajadores, otros informes también aseguran que ha traído componentes negativos.
Entre ellos, según un nuevo informe de la Universidad Pompeu Fabra, estarían los mayores problemas para desconectar. El estudio 'Desconexión, un derecho laboral imprescindible para la salud', llevado a cabo por el Observatorio de Liderazgo en la Empresa de la UPF Barcelona School of Management, concluye que el 94,6% de los trabajadores atiende y responde a comunicaciones profesionales fuera de sus horarios de trabajo, un porcentaje que parecer haber aumentado desde el establecimiento en muchos puestos del empleo en remoto.
Un 76,8% de los sondeados admite que lo primero que hace al levantarse y lo último antes de irse a dormir es mirar el móvil. "El deseo de estas personas es poderse desconectar", ha asegurado Sílvia Cóppulo Martínez, directora del Observatorio y coautora del estudio, que ha defendido la necesidad de "regular la desconexión digital, especialmente cuando se teletrabaja o se tiene un horario flexible".
Más conectados, para lo bueno y para lo malo
La investigación, realizada con una muestra paritaria de 608 personas de 93 empresas de hasta 40 sectores de ocupación distintos, analiza la situación de la desconexión digital, especialmente, en el teletrabajo. La investigadora del Observatorio de Liderazgo en la Empresa y coautora del estudio, Erola Palau Pinyana, ha argumentado que el trabajo en remoto asumido como una solución de urgencia a raíz del covid "ha desdibujado los límites temporales y de espacio en relación con el trabajo".
"Se mezclan tiempos, espacios y herramientas profesionales y personales", ha añadido. En este sentido, el Director General de la UPF-BSM, José M. Martínez-Sierra, ha valorado que "el covid ha roto toda la lógica de previsión y estrategia de las empresas, ya que no tenían planes de teletrabajo establecidos".
Teletrabajar ayuda a la conciliación, pero también complica la desconexión
La gran mayoría de las personas encuestadas teletrabaja cada día o algunos días a la semana con una dedicación de más de 40 horas semanales. Aunque es cierto que, en general, todas ellas dicen conciliar bastante bien la vida laboral y la personal, un objetivo compartido también por las empresas (63,2% lo valoran como importante), la mayoría admite sufrir "fatiga digital" y afirma sentirse estresada a causa de la situación provocada por la pandemia.
Además de la sensación de fatiga y estrés, un gran número de personas, el 42% admite que duerme mal. En este sentido, uno de los elementos que destaca el estudio es la necesidad de incrementar la percepción de que hay que disponer de tiempo para llevar a cabo la vida personal y la vida profesional de forma conciliada y diferenciada al mismo tiempo.