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Bioeconomía, la apuesta de Ence hacia una recuperación verde

  • La compañía centra su actividad en el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales, para el suministro de celulosa y la generación de energía renovable
Celulosa Naturcell de Ence

La bioeconomía constituye la mejor de las respuestas a las crisis sanitaria y económica que ha causado el coronavirus a nivel global. Concebido como uno de los motores de transformación de la economía mundial y de futuro, se trata de un modelo de negocio que permite afrontar varios retos de manera simultánea: la lucha contra el cambio climático y la "recuperación verde", a través de la creación de empleo y actividad económica.

Con el impulso de la bioeconomía se promueve el uso responsable de recursos biomásicos, renovables, en sustitución de las materias basadas en combustibles fósiles, con el fin de lograr productos más sostenibles. Ence–Energía y Celulosa, como compañía que apuesta decididamente por una economía basada en el modelo circular, centra su actividad en el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales, para el suministro de celulosa y la generación de energía renovable. Un modelo de respuesta ante los retos presentes y futuros que afronta nuestra sociedad.

A través del suministro de celulosa, Ence proporciona una materia prima de origen natural, renovable, biodegradable y reciclable, que en multitud de casos sustituye a otros materiales como el plástico y sus derivados. Además, sus biofábricas de celulosa son autosuficientes energéticamente, al aprovechar el calor excedentario del proceso y valorizar energéticamente la lignina, material natural presente en la madera.

La celulosa, renovable y reciclable es una alternativa al uso  de plástico

El desarrollo de nuevos productos de celulosa está ligado a ese afán de la compañía por aportar nuevas soluciones, biodegradables, reciclables, y más sostenibles, al problema del consumo de materiales de origen fósil. Es el caso de Naturcell, el primer producto de celulosa no blanqueada comercializado por Ence. Además de su potencial para sustituir al plástico en usos como los embalajes, Naturcell cuenta con una huella considerablemente menor que la de la pasta estándar, especialmente en términos de consumo de recursos y de agua. Powercell, un producto de celulosa de gran resistencia, o Closecell, esencial para fabricar papeles cerrados, con función barrera, son otras apuestas de Ence.

Por otro lado, en la hoja de ruta de la compañía se encuentra la diversificación hacia la producción de celulosa para productos textiles, a través de la viscosa, y la celulosa para productos absorbentes, como pañales y elementos de higiene femenina. En ambos casos, y gracias a la inversión prevista en su Plan Estratégico, la compañía contribuirá a avanzar en el proceso de sustitución de fibras sintéticas por otras de origen natural, elaboradas a base de madera de origen local y certificada, lo que repercutirá de forma positiva tanto en el medio ambiente, como en la economía de los territorios rurales de donde se obtiene la materia prima.

La compañía extrapola a su negocio de energía renovable toda su experiencia y el modelo de economía circular de sus biofábricas de celulosa. Así, en todas sus instalaciones busca la máxima eficiencia energética y el desarrollo pleno de tecnologías para la generación de energía verde, con la que en 2020 fue capaz de cubrir las necesidades domésticas de más de 1,8 millones de personas.

La generación con biomasa, clave para la transición hacia un modelo descarbonizado

La generación con biomasa, principal apuesta de Ence, es la única tecnología renovable gestionable sin dependencias meteorológicas y con un fuerte carácter generador de empleo, lo que la convierte en un factor clave para la necesaria transición justa hacia un modelo energético descarbonizado, tal y como promueven los Objetivos de Desarrollo Sostenible, así como las políticas europeas y nacionales, como el caso del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec) 2021-2030. En sus plantas de energía dispone de una capacidad de 266 MW.

Para continuar con su impulso de la bioeconomía, Ence quiere seguir creciendo en energía renovable. De este modo, esta compañía cuenta con una cartera proyectos maduros de 405 MW que estará lista para empezar a construir a finales de 2021 y que supondría multiplicar por 2,5 veces la capacidad instalada actual: 240 MW en solar fotovoltaica, 140 MW en biomasa y 25 MW en la hibridación de plantas termosolares.

En cuanto a los principales proyectos fotovoltaicos, cabe destacar las plantas de Andújar (Jaén) y Sevilla, mientras que en la generación con biomasa, se puede resaltar la futura planta de 40 MW en El Ejido (Almería), que dará respuesta al acuciante problema de gestión de residuos de los cultivos de invernadero en la comarca, o el proyecto de una nueva planta de 50 MW en Córdoba, para valorizar restos de los cultivos e industrias olivareras, tales como hojas y podas de olivo y orujillo.

Este impulso al aprovechamiento de la biomasa residual agrícola y forestal tiene mucho que ver con la descarbonización del mix energético del país, aportar circularidad a su gestión, y, además, solucionar varios problemas ambientales que supone esta biomasa en el campo. Así, se evita su quema incontrolada, se reduce el riesgo de incendio de los montes, y se construyen cadenas de valor para su aprovechamiento y transporte, generando empleo y riqueza en el medio rural.

Claro ejemplo de ello es, por un lado, el Proyecto Sarmiento, que trata de aportar una solución sostenible a la eliminación este tipo de residuo en Castilla-La Mancha. En su planta de Puertollano, en 2020 Ence ha valorizado 43.788 toneladas de restos de poda de vid y cepas para la generación de energía renovable.

Por otro, el Proyecto Orujillo, que tiene el mismo objetivo: emplear un residuo de origen agrícola (en este caso tras su procesado industrial para la fabricación de aceite) para la producción de energía. El orujillo es un material muy contaminante cuya gestión es compleja y supone un importante reto ambiental. Así, la solución que ofrece Ence para su valorización ha sido muy bien acogida por el sector como respuesta a dicho reto. Ejemplo de ello es que, a lo largo de 2020, Ence ha movilizado para su aprovechamiento energético 366.841 toneladas.

Planta de energía renovable con biomasa de Ence en Puertollano

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