Las últimas cumbres globales sobre el clima han demostrado que de poco sirven las rúbricas de los Gobiernos si después las compañías no toman medidas concretas para paliar los efectos del cambio climático. Telefónica pasa por ser una de esas multinacionales que se están tomando muy en serio los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, más conocidos como ODS. Estos retos, marcados por la Organización de Naciones Unidas, se proponen mejorar, entre otras muchas cosas, la salud del planeta de aquí al año 2050.
Hay que reconocer que la teleco española lleva muchos años haciendo los deberes. No en vano, Telefónica se presentó ante la pasada cumbre COP 25 de Madrid habiendo cumplido con dos años de antelación los retos que se había fijado para el 2020 en materia de eficiencia energética, energía renovable y emisiones de CO2. Así lo expresó en este encuentro multilateral Ángel Vilá, consejero delegado de Telefónica: "Nuestro modelo de negocio sostenible pasa por transformar nuestras redes, por incrementar su capacidad y ofrecer los mejores servicios con el menor impacto ambiental", afirmó. El 100% del consumo de electricidad de Telefónica España, Alemania, Reino Unido y Brasil ya es renovable y a nivel mundial el 81,6%, lo que acerca al grupo a su objetivo del 100% en 2030.
Una vez superados esos primeros objetivos, la compañía de telecomunicaciones se ha marcado otros más. Por un lado, tiene previsto reducir en un 85% el consumo de energía por unidad de tráfico de datos hasta el año 2025. También se ha dado de plazo para dentro de un lustro conseguir que el 85% de su consumo de electricidad a nivel mundial sea renovable. Para el año 2030, sus responsables de sostenibilidad confían haber llegado a la totalidad de la energía verde necesaria para desarrollar su actividad. Al mismo tiempo, han anunciado que van a poner en marcha medidas para reducir a la mitad las emisiones en 2025, avances que serán de un 70% en 2030, lo que le llevaría al año 2050 como neutra en carbono. Los cambios también afectarán a su cadena de suministro, donde la compañía quiere reducir en un 30% las emisiones de CO2 en el 2025. Como quinto y último reto, Grupo Telefónica se ha propuesto evitar 10 toneladas de CO2 por cada tonelada emitida por la firma en 2025.

En la rueda de prensa que ofreció el presidente ejecutivo de la compañía, José María Álvarez-Pallete, para dar a conocer sus últimos resultados económicos, también expresó sus intenciones más allá de ese beneficio neto logrado de 3.574 millones de euros: "Somos conscientes de que nuestro sector tiene un gran impacto en las sociedades en las que operamos. Además, las soluciones digitales que ofrecemos al cliente, así como la mayor eficiencia de nuestras redes, están ayudando a descarbonizar la economía". "Solamente en 2019, redujimos las emisiones de CO2 en un 18% y en un 50% en cuatro años", anunció.
Cada vez más eficientes
Entre otras cifras del último ejercicio, Álvarez-Pallete explicó que Telefónica ha crecido en ingresos por sexto año consecutivo en términos orgánicos, un 3,2% más, hasta los 48.422 millones de euros, gracias fundamentalmente al crecimiento sostenido de los ingresos en sus mercados principales. "2019 ha sido un año importante para Telefónica. Hemos cumplido nuestros objetivos financieros y nuestros mercados clave han crecido en términos orgánicos. Somos cada vez más eficientes gracias a la digitalización y al apagado de legado. Hemos generado un fuerte flujo de caja libre en 2019, que nos ha permitido continuar reduciendo deuda por undécimo trimestre consecutivo, gracias también a la venta de activos y a iniciativas adicionales que mejoran el retorno sobre el capital empleado. Hemos seguido invirtiendo en redes de nueva generación, consolidando así nuestro liderazgo en fibra, tanto en Europa como en Latinoamérica. Y, gracias a años de inversión, podemos decir que nuestro pico de inversión sobre ingresos ha quedado atrás", explicó el presidente ejecutivo.

La reducción de deuda a la que aludía Álvarez-Pallete fue del 8,1%, lo que sitúa la deuda a cierre de 2019 en 37.744 millones de euros, cerca de 15.000 millones de euros menos que en junio de 2016. Además, si se tienen en cuenta las operaciones cerradas en 2020, la deuda estaría en el entorno de los 37.000 millones de euros."Hemos progresado igualmente en nuestros objetivos no financieros, incluyendo la mejora de los ratios de satisfacción de clientes y empleados, y tanto nuestra plantilla como el Consejo de Administración son ahora más diversos", explicó el presidente ejecutivo. Y precisamente un dato muy esperado por los accionistas fue la política de retribución a través de dividendos. Este contempla una retribución de 0,4 euros por acción que se abonará en el mes de diciembre próximo (0,2 euros por acción) y en junio de 2021 (0,2 euros por acción).
De vueltas a la cumbre COP 25, allí Ángel Vilá sacó pecho: "Telefónica apoya la creación de un mundo en el que la tecnología digital contribuya a proteger el planeta". "Hace más de una década que Telefónica creó la Oficina de Cambio Climático y comenzó a trabajar para contar con la red más eficiente en términos de energía y de emisiones de CO2. Porque nuestro modelo de negocio sostenible pasa por transformar nuestras redes, por incrementar su capacidad y ofrecer los mejores servicios con el menor impacto ambiental", explicó.

Añaden desde la compañía española que ya cuenta con "la red de telecomunicaciones más verde del mercado gracias a la migración sostenible del cobre a la fibra óptica y a la economía circular".
Contribución al medio ambiente
El consejero delegado de Telefónica también se mostró satisfecho con los pasos que ya han dado. "Gracias a la transformación de nuestras redes y a la inversión en tecnologías de vanguardia, el consumo de energía por unidad de tráfico ha disminuido significativamente: la evolución del tráfico entre los años 2015 y 2019 ha aumentado en un 251%, al pasar de 17.235 PB en 2015 a 60.531 PB en 2019. En cuanto al consumo de energía por unidad de tráfico, ha caído el 260%".
La empresa se muestra convencida de que la fibra y el 5G permitirán duplicar la velocidad y la capacidad de la red cada año
En un mundo cada vez más conectado, la digitalización también juega un papel muy importante. Puede servir de palanca para acelerar muchos de los cambios que son necesarios para frenar el cambio climático. La firma que preside Álvarez-Pallete se muestra convencida de que la fibra y el 5G permitirán duplicar la velocidad y la capacidad de la red cada año reduciendo, al mismo tiempo, el consumo de energía gracias a esa mayor eficiencia y a las fuentes renovables. En este sentido, ya hay estudios que calculan que las tecnologías digitales pueden ayudar a reducir las emisiones globales de carbono hasta en un 15%. Otros estudios más optimistas aumentan ese dato hasta el 25%. La puesta en marcha de soluciones en energía, fabricación, agricultura y uso del suelo, edificios, servicios, transporte y gestión del tráfico sumarían también a la hora de reducir esas emisiones.
Insisten desde Telefónica en que la mayor contribución al medio ambiente procede de esos procesos de digitalización. El pasado año se evitaron 3,2 millones de toneladas de CO2 gracias a los servicios prestados, a las soluciones de gestión de flotas, a la eficiencia energética y a LUCA Energy, Smart Agro, Smart Lighting, Smart Waste y Smart Parking, entre otras. Se calcula que entre todos permiten ahorrar por cada tonelada emitida por Telefónica, 3,3 de CO2. Por ejemplo, solo la plataforma Smart Cities de Telefónica consigue reducir un 24% el consumo de energía y un 15% el de agua.
Además, Telefónica ya está trabajando con sus proveedores para reducir las emisiones de CO2 -dentro del proyecto Alcance3- en su cadena de suministro un 30% por euro comprado a 2025 respecto a 2016, ya que ellos son los aliados indiscutibles para disminuir la huella de carbono e impulsar la economía circular.
La compañía recuperó más de 37.000 toneladas de cobre entre 2017 y 2019
Por otro lado, y aunque la compañía recuperó más de 37.000 toneladas de cobre entre 2017 y 2019, espera mejorar estas cifras gracias a la economía circular y la digitalización de la gestión de los residuos.
Todo ello permitió a Telefónica lanzar con éxito a comienzos de 2019 el primer bono verde del sector por importe de 1.000 millones de euros. También le ha permitido ser reconocida como una compañía preparada para hacer frente a los retos que se deriven del cambio climático. Así, Telefónica es una de las seis compañías de telecomunicaciones líderes presentes en CDP.