
Al imbricar la sostenibilidad en su plan estratégico, Endesa ha asumido un papel destacado en la carrera hacia una economía neutra en carbono. Así, la compañía no solo busca descarbonizar su propio mix sino también otros sectores dependientes de los combustibles fósiles e impulsar la electrificación. Al mismo tiempo, incorpora criterios de economía circular en toda su operativa.
Alcanzar la neutralidad en carbono es un requisito indispensable en la lucha contra el cambio climático. "Todos los países deben comprometerse a alcanzar las cero emisiones netas en 2050 si el mundo quiere evitar un desastroso aumento de la temperatura de 2,4 °C a finales de este siglo", alertaba el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ya el pasado mes de mayo.
En este camino, la electrificación del sector energético es fundamental, ya que la dependencia de combustibles fósiles es responsable de la mayor parte de las emisiones globales. Según la Agencia Internacional de la Energía (IEA), para lograr al cero neto en 2050 la inversión anual global en energías limpias deberá multiplicarse por más de tres en 2030, hasta 4 billones de dólares.
Endesa ha hecho suyo el desafío, al punto de que la sostenibilidad no es solo una pieza de su estrategia corporativa, sino que vertebra su plan industrial: al electrificar y descarbonizar su propio mix puede contribuir de manera decisiva a que otros sectores sigan esa misma senda y, en fin, a lograr una economía neutra en carbono.
Así, la contribución de la compañía en este esfuerzo común hacia una economía y una sociedad más sostenible descansa en tres grandes ejes: la descarbonización de la generación de la energía, el desarrollo de la plataformas y la electrificación de la demanda.
En el caso de la descarbonización, empresas como Endesa tienen el objetivo y el compromiso de sustituir la generación basada en carbón por energías renovables, pero sin dejar a nadie atrás. Plataformizar es trabajar, además, de una manera integrada y transversal poniendo al cliente en el centro y aprovechando todas las oportunidades que nos brinda la tecnología. La generación renovable y un entorno digitalizado y plataformizado les va a permitir prestar un servicio de mayor calidad y adaptado a los nuevos hábitos de consumo de energía que cada día estarán mucho más presentes en nuestras vidas: la movilidad eléctrica, el hogar conectado y digitalizado, la industria electrificada, etcétera.
"Nuestro propósito como compañía es la lucha contra el cambio climático y el compromiso con la sostenibilidad. Todo está enfocado al ODS 13 de acción por el clima. Lo hacemos con compromisos relacionados con el ODS 7, de energía asequible y no contaminante, con una apuesta muy decidida por las renovables; y el ODS 9 y 11, de innovación y ciudades sostenibles, con un desarrollo de nuestras redes inteligentes", explica María Malaxechevarría, directora general de Sosteniblidad de Endesa.
Con la mira en 2030, Endesa anunció en noviembre del año pasado su perspectiva a largo plazo, que implica una inversión total estimada de 25.000 millones, 10.000 de los cuales dedicados a incrementar su potencia renovable hasta 18.000 megavatios (MW). Con ello, el 80% de su producción estará libre de emisiones al final de la década.
Pero hablamos de electrificar no solo la demanda, sino también el consumo. Hablamos de ayudar a los clientes, ya sean domésticos, empresas o Administraciones, a migrar a un escenario energéticamente más sostenible y eficiente, para promover y facilitar también en ellos el cambio y la transición que está experimentando el sector y a los que los compromisos internacionales contra el cambio climático nos están empujando.
En este sentido, desde Endesa X desarrollan productos y servicios innovadores y digitales en las áreas donde la energía posibilita las mayores transformaciones: ciudad, vivienda, industria y movilidad eléctrica. El fin último es crear un ecosistema capaz de aprovechar las oportunidades que ofrece la tecnología y la digitalización para crear valor social, ambiental y económico en todos los ámbitos.

Pensando en circular
Pero el camino hacia la neutralidad climática debe ser un camino circular. La transición energética hacia un modelo renovable, hacia un modelo de generar energía limpia y sin emisiones, es necesaria, pero no suficiente. No solo hay que pensar en el "flujo de la energía" sino que se hace imprescindible actuar sobre el "flujo de los materiales", y la economía circular es la gran aliada.
"La descarbonización a través del mix energético (cierre de térmicas e impulso de renovables) conseguirá una reducción de emisiones a nivel global del 55%, pero para conseguir el resto es necesario ir hacia un modelo circular, incorporar todos sus criterios en los diferentes eslabones de la cadena de valor. Es la respuesta necesaria para desvincular el crecimiento económico del consumo de recursos y del deterioro ambiental", explica María Malaxechevarría, directora general de sostenibilidad de Endesa.
Una visión 360º
Ello implica, en primer término, priorizar el ecodiseño en las soluciones propias, primando la durabilidad, la reparación y el reciclado.
Este enfoque continúa en el modelo de aprovisionamiento circular, que comporta analizar detalladamente los flujos de componentes, el impacto ambiental y la reciclabilidad de los productos para primar la circularidad en todos los ámbitos de las compras y licitaciones.
María Malaxechevarría: "Nuestro propósito como compañía es la lucha contra el cambio climático y el compromiso con la sostenibilidad. Todo está enfocado al ODS 13 de acción por el clima
En el ámbito de la descarbonización, el foco en la economía circular se traduce en aplicar la sostenibilidad al modelo económico. Así ocurre con los planes Futur-E, que buscan nuevos usos alternativos para las instalaciones de las centrales térmicas que han dejado de operar y así crear valor, empleo y futuro para las comunidades locales. Hasta el momento dichos planes han estado focalizados en la formación para el mantenimiento y la operatividad de parques renovables, con el fin de poder favorecer la contratación de personal del entorno. Además, la aplicación del llamado factor K de la sostenibilidad premia a aquellos proveedores que contraten a población local.
La circularidad abarca asimismo las redes de distribución, que busca maximizar su potencial gracias a nuevas tecnologías como las fuentes renovables distribuidas, la microgeneración y consumo local (prosumer) y el vehicle-to-grid (vehículo eléctrico que aporta energía a la red).