
El interés por comprar vivienda sigue imparable en España y el desequilibro con el stock disponible crece a pasos agigantados. En 2025, la demanda ha aumentado tres puntos con respecto a 2024, del 78% en 2024 al 81%, y la tendencia se mantiene al alza, como indican las compraventas disparadas. Hay una cifra que evidencia el estrés de la oferta: un 81% quiere comprar y solo un 12% vende.
El dato, que se desprende del informe 'Radiografía del mercado de la vivienda en el primer semestre de 2025', elaborado por Fotocasa Research, pone negro sobre blanco el desequilibro que el mercado inmobiliario residencial arrastra en especialmente desde la pandemia. Además, a la brecha entres quienes buscan piso y quienes lo venden hay que añadir al 7% que está interactuando en ambos mercados, que son los perfiles que quieren vender para poder comprar otra vivienda.
La divergencia se está acentuando en 2025. En concreto, de cada 10 ciudadanos, ocho quieren comprar o tienen intención de hacerlo, pero sólo uno tiene su casa en venta. Si estos datos se trasladan al global de la población española mayor de 18 años, los datos de febrero indican que en el último año un 13% de españoles ha comprado o está intentando comprar vivienda frente al 3% de propietarios españoles que vende o está intentando vender.
Ante este escenario, que María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa, define como de "tensión máxima", la experta achaca esta tendencia a varios factores, como las ofertas hipotecarias más competitivas, el peso creciente de los inversores y compradores extranjeros o las medidas de estímulo impulsadas por la administración dirigidas a jóvenes y familias con menores a cargo. "A esto se suma el crecimiento poblacional derivado de los flujos migratorios, que refuerza aún más la presión sobre la demanda", añade.
Se vende todo
El problema deriva de la incapacidad de la oferta por cubrir esa necesidad porque no crece al mismo ritmo que la demanda, y cada vez menos. De aquí surge otro cambio en el mercado: se vende todo. En este sentido el estudio refleja el dinamismo del mercado desde otro flanco: sólo el 1% de propietarios no ha conseguido vender en el último año. Si bien este grupo tiende a reducirse, la velocidad de la tendencia ha aumentado, dejando atrás el habitual 4% que conformaban antes de la pandemia.
Una muestra de esto es la proliferación de la venta de pisos ilegalmente okupados, un fenómeno inexistente hace unos años que va ganando relevancia. Otra, la extensión de la problemática al mercado de alquiler, que absorbe a todos los compradores frustrados -por no encontrar piso o por no poder acceder ante los elevados precios- y que también ve desaparece los anuncios en menos de un día.