Transportes y Turismo

El turismo crecerá un 2,7%, por encima del PIB, pero modera su avance por el frenazo de Estados Unidos

Turistas en Málaga. / Álex Zea

El PIB turístico aumentará un 2,7% en 2025, por encima del conjunto de la economía, según el último análisis elaborado por CaixaBank Research. El dinamismo internacional compensa la caída del turismo interno en un buen comienzo de año, pero la incertidumbre y la menor llegada de viajeros estadounidenses amenazan el avance del sector.

El turismo español ha dejado atrás la etapa de expansión acelerada que siguió a la pandemia para entrar en una fase de crecimiento más moderado pero sostenido. Según el último Informe Sectorial de CaixaBank Research, el PIB turístico aumentará un 2,7% en 2025, una tasa superior al 2,4% previsto para la economía en su conjunto, pero inferior a los registros excepcionales de los últimos años.

El avance del sector se apoya en una combinación de factores positivos: la recuperación de las economías europeas, un aumento de la renta disponible de los hogares y una inflación turística que empieza a moderarse, aunque se mantiene por encima del 5% en el primer cuatrimestre del año. A pesar de este entorno favorable, el informe alerta sobre una elevada incertidumbre geopolítica y sobre la pérdida de dinamismo del turismo procedente de Estados Unidos.

De cara a 2026, las previsiones son ligeramente más optimistas: se espera un crecimiento del 3,2% del PIB turístico, impulsado por la mejora de la actividad en las principales economías europeas, como Alemania, Francia e Italia, frente a una estimación del 2,0% del PIB estatal. La evolución de estas regiones será clave para fortalecer la demanda hacia España y consolidar el papel del turismo como uno de los principales motores económicos del país.

Peso creciente en la economía

En 2025, el turismo representará un 13,1% del PIB nacional, superando notablemente el 12,6% registrado antes de la pandemia y el 12,9% de 2024.

En los últimos seis años, el gasto medio diario de los turistas se ha incrementado de 148,0 a 180,8 euros. Aunque los indicadores de actividad continúan marcando máximos históricos, el ritmo de crecimiento ha comenzado a suavizarse respecto a los ejercicios anteriores.

En los cuatro primeros meses del año, España recibió 25,6 millones de turistas internacionales, un 7,1% más que en el mismo periodo del año anterior. Esta cifra, aunque notable, supone una desaceleración frente al 18% de crecimiento registrado un año antes. El centro de estudios confía en que las llegadas de turistas internacionales se sitúen en el entorno de los 98,4 millones de turistas, un nuevo récord histórico.

Además, entre enero y abril, el gasto total generado por estos visitantes alcanzó los 34.300 millones de euros, con un incremento del 9,3%, pero con un gasto medio por turista que apenas creció un 2%, por debajo de la inflación turística.

Por su parte, el turismo doméstico muestra señales de normalización. En 2024, los residentes en España realizaron un 0,8% menos de viajes nacionales, mientras que los desplazamientos al extranjero aumentaron un 12,1%. A pesar de esta caída interna, el gasto medio en destinos nacionales mantiene niveles superiores al prepandemia.

Restauración al alza

El sector de la restauración sigue mostrando un desempeño sólido, con un crecimiento del gasto del 6,4% interanual entre enero y mayo de 2025. Esta evolución ha estado impulsada, sobre todo, por el turismo internacional, cuyo gasto aumentó un 12,6% en ese periodo. CaixaBank estima que cerca del 30% de los establecimientos de restauración presentan una alta dependencia del gasto turístico, y que el 10% lo son específicamente del turismo extranjero.

La buena evolución del consumo contrasta con el impacto puntual del apagón eléctrico del 28 de abril, que supuso una caída del 57% en la facturación de los restaurantes peninsulares ese día, según el análisis de pagos con tarjeta. Pese a ello, el sector mostró una rápida recuperación en los días posteriores.

EEUU, de motor a freno

Uno de los factores de preocupación destacados por CaixaBank es la ralentización del turismo estadounidense. Tras varios años de fuerte expansión —España recibe un millón más de turistas estadounidenses que hace cinco años, 4,3 millones en 2024 frente a 3,3 millones en 2019; gastan más y sus estancias duran un día más, hasta 7,71 días—, los visitantes procedentes de Estados Unidos muestran signos claros de enfriamiento desde finales de 2024.

El gasto con tarjetas estadounidenses en TPV de CaixaBank pasó de crecer un 17% interanual entre enero y octubre de 2024 a registrar una caída media del 2,2% entre noviembre y mayo. Esta pérdida de dinamismo podría restar hasta un punto porcentual al crecimiento del PIB turístico en 2025.

Entre los motivos, el informe señala la apreciación del euro frente al dólar, el menor crecimiento de la economía estadounidense y un aumento de la incertidumbre derivado del rumbo de la política económica con la nueva Administración Trump. Aunque el impacto se concentra en zonas rurales, también afecta a ciudades no costeras como Madrid o Toledo, donde el turista estadounidense representa hasta un 17% del gasto turístico internacional.

Ante esta tendencia, CaixaBank Research insta a diversificar los mercados emisores y a reforzar las conexiones con destinos de largo alcance que han mostrado un comportamiento sólido en los últimos años, como Oriente Medio, América Latina o Australia. En contraste, el turismo procedente de Asia sigue sin recuperar sus niveles previos a la pandemia.

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