
El psicólogo Eduard Molinet, especialista del Centro de Psicoterapia Itersia, ha advertido del impacto que tiene la exposición a olas de calor en la salud mental y el estado de ánimo de la población, efectos que son especialmente notables en personas vulnerables, con tendencia a la ansiedad o depresión, mayores, adolescentes o en tratamiento farmacológico.
En profundidad
Entre las consecuencias del aumento de las temperaturas se encuentran una mayor irritabilidad, insomnio, fatiga, depresión, violencia y dificultad para concentrarse, como evidencian diferentes estudios científicos publicados recientemente.
En este sentido, un artículo divulgado en 'Nature climate change', realizado a partir de un análisis en la población australiana, asegura que la exposición continuada a temperaturas elevadas contribuye a un deterioro de la salud mental que se traduce en una pérdida de años de vida saludable.
Según esta investigación, las visitas de adolescentes a Urgencias por pensamientos suicidas se incrementan un 1,3 por ciento por cada grado de aumento en la temperatura diaria. "Los adolescentes son uno de los grupos que más sufren por condiciones extremas como el calor excesivo", ha puntualizado Molinet, quien aboga por impulsar políticas de salud pública que ayuden a contrarrestar los efectos adversos del calentamiento del clima sobre la salud mental.
Asimismo, un trabajo publicado en 'Journal of affective disorders', con la participación de 19.852 adolescentes, relaciona la exposición a olas de calor con un aumento de los índices de depresión y ansiedad. A su vez, un estudio en 'Enviromental International' advierte sobre cómo el efecto isla de calor urbana podría ser un factor de estrés ambiental e inducir una mayor carga sobre la salud mental, sobre todo para las mujeres y las personas con hipertensión o enfermedad arterial coronaria.
En este contexto, el especialista del Centro de Psicoterapia Itersia ha recomendado que, en días de mucho calor, se atienda a las necesidades del cuerpo para saber cuándo parar, además de tener en cuenta la importancia de una buena hidratación y un descanso adecuado. "No dormir bien afecta a nuestro estado de ánimo", según ha apuntado.
A tener en cuenta
Los episodios violentos también se elevan en los meses estivales, como advierte un artículo en 'The Lancet', que asegura que el aumento de la temperatura incrementa delitos como homicidios, delitos sexuales y agresiones.
A este respecto, un análisis retrospectivo en siete ciudades estadounidenses demostró que cada vez que la temperatura subía cinco grados centígrados, se producían hasta un cinco por ciento más de delitos sexuales la semana siguiente. Otro metaanálisis cifra en un aumento del 10 por ciento las hospitalizaciones por trastornos mentales en olas de calor superiores a tres días.
El verano también perjudica a las relaciones de pareja, lo que se traduce en un aumento del 20 por ciento de las demandas de divorcio en el mes de septiembre, según el Consejo General del Poder Judicial. El Instituto Nacional de Estadística (INE) confirma esta tendencia y precisa que el número de divorcios en el cuarto trimestre suele ser un 15 por ciento superior al del tercer trimestre.
"Esto se debe a que durante el año se convive menos y, en vacaciones, el tiempo de convivencia se intensifica, lo que puede agravar tensiones no resueltas. A ello se suman factores como la organización del viaje, las presiones económicas acumuladas y la falta de espacios previos para el diálogo. Muchas conversaciones importantes se postergan y estallan durante el descanso", ha detallado Molinet.
Para evitar estas situaciones, el psicólogo ha aconsejado dedicar tiempo a estos temas a lo largo del año y, en caso de que las dificultades persistan, acudir a un profesional que ayude a canalizar la crisis como una oportunidad para fortalecer la relación.