
Los seres humanos, como bien sabemos, experimentan cierta pérdida de masa ósea a medida que envejecen. En concreto, las mujeres suelen sufrir un incremento en la pérdida de masa ósea después de la menopausia debido a la disminución de estrógenos.
En profundidad
Cuando la pérdida de masa ósea es muy significativa, puede llevar a la osteoporosis, caracterizada por la disminución de la densidad y calidad del hueso. Lo cual, evidentemente, nos hace bastante débiles y propensos a fracturas tanto a corto como a largo plazo.
Por suerte, además del calcio -que ayuda a construir y mantener la estructura ósea, haciendo que los huesos sean fuertes y resistentes- existen ciertas vitaminas que juegan un papel muy importante en procesos como la renovación de los huesos, la producción de colágeno y la fijación de minerales.
Lista completo
Entre ellas, cabe destacar las siguientes, según varios expertos:
- Vitamina A. Es crucial para la formación inicial del tejido óseo y su remodelación continua. Se puede encontrar en zanahorias, verduras de hoja verde y leche enriquecida.
- Vitaminas del grupo B (B6, B9 y B12). Son fundamentales para el fortalecimiento del colágeno, una proteína que forma parte de los tejidos conectivos, incluyendo la piel, los huesos, los tendones, el cartílago y los vasos sanguíneos. Se sitúa en el salmón, el atún o los garbanzos.
- Vitamina C. Es esencial para la síntesis de colágeno, puesto que actúa como cofactor enzimático para la hidroxilación de la prolina y lisina. Aparece en frutas cítricas, pimientos o brócoli.
- Vitamina E. Lejos de su función antioxidante, también tiene un gran impacto en la actividad de las proteínas que controlan la formación y descomposición de los huesos. Está en almendras, espinacas y pimientos rojos.
- Vitamina K. Facilita la fijación del calcio en la matriz ósea. Se halla en vegetales de hoja verde (espinaca, kale), brócoli, repollo.