Opinión

El comodín de la vivienda

  • La compra o transmisión de una vivienda en España esta gravada por más de diez impuestos
Se sigue esperando que se cumpla la promesa de 180.000 nuevas viviendas por parte de Pedro Sánchez
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Un gobierno arrollado por los escándalos de corrupción económica y política que enfangan al entorno familiar del presidente y a altos cargos del gobierno y del partido, que ha perdido la iniciativa y el relato, y a la vista de los audios, revelaciones y actuaciones de los fontaneros todo parece indicar que también la moralidad y la decencia, recupera ahora el comodín de la vivienda con nuevas improvisaciones demagógicas que ni sirven ni resuelven.

Siete años lleva ya Pedro Sánchez al frente del Gobierno y la escasez de viviendas, tanto de compra como de alquiler, sigue siendo una más de las grandes promesas incumplidas, incluido el compromiso de crear 180.000 viviendas, de las que todavía estamos esperando la primera, además de una empresa nacional de la vivienda que no es más que la resurrección del Instituto Nacional de la Vivienda de ese Franco al que tanto utiliza y al que tanto se imita. El problema de la vivienda, como el de la energía, la normativa laboral y tantos otros es que este gobierno se rige y actúa por fanatismo ideológico y en función de sus intereses políticos y personales y en contra de la lógica, la razón, la tecnología y los intereses generales en un país donde se crean 220.000 hogares cada año y sólo se construyen 85.000 viviendas.

Como hemos repetido casi hasta la saciedad si la vivienda sigue siendo el problema número de los españoles es porque siete años después el Gobierno sigue sin querer o poder entender que la crisis de la vivienda en España está motivada por tres causas fundamentales: la falta de oferta, el aumento de la demanda y la falta de solvencia de los demandantes que reduce sensiblemente la capacidad de hipotecarse. Escollo este último que está directamente relacionado con la precariedad laboral la elevada tasa de desempleo juvenil, el estancamiento de la productividad, la baja capacidad de ahorro, el aumento de la pobreza y sobre todo una fiscalidad abusiva y asfixiante.

Además del IRPF y el IVA en España la compra o transmisión de una vivienda está sometida a la tributación por Transmisiones Patrimoniales, Plusvalía, Actos Jurídicos Documentados y así hasta más de diez de impuestos que, como denuncia un reciente estudio del Instituto de Estudios Económicos (IEE), hacen que 25% del coste total de una vivienda protegida son impuestos. Y esto es responsabilidad única y exclusivamente del Gobierno. En concreto y para cualquier operación de compra y venta de vivienda esta carga tributaria suma, aproximadamente, el 10% del precio final para el promotor y el 8,8% del coste total para el comprador. Añadir a esto en el caso del alquiler la falta de seguridad jurídica de los propietarios ante la okupación o el impago de los inquilinos, además de la sobreprotección que la legislación desacertada y las políticas populistas del gobierno que atentan contra el derecho constitucional a la propiedad privada protegiendo al delincuente.

Y en paralelo a esta nueva alucinación sanchista sobre la vivienda este domingo hemos asistido también a la multitudinaria concentración de Madrid contra la mafia y por la democracia que ha confirmado el poder de convocatoria y la unidad del Partido Popular, además del pronunciamiento mayoritario de la sociedad española contra la corrupción y el deterioro institucional. Concentración en la que ha sido significativa la ausencia de VOX que, una vez más se confirma como el tonto útil de Sánchez y el sanchismo. El mejor aliado del gobierno al que facilita la falsa muletilla de la extrema derecha y al que favorece en los comicios porque nuestra ley electoral penaliza la división. Si como dicen tanto aman y trabajan por España lo mejor que pueden hacer es disolverse. Que lo entiendan, si es que saben.

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