
Barcelona volverá a ser el epicentro del cine español 26 años después. Así lo confirmó este martes Fernando Méndez-Leite, presidente de la Academia de Cine, al anunciar que la 40ª edición de los Premios Goya se celebrará en la capital catalana. Será la segunda vez en la historia que la ciudad acoja la ceremonia, tras su debut en 1999, una gala recordada por la dirección de Antonia San Juan y por marcar la primera vez que los premios salían de Madrid.
Desde 2019, la Academia ha optado por una política de descentralización, llevando los Goya a distintas ciudades del país: Sevilla, Málaga, Valencia, Valladolid y Granada han sido anfitrionas en los últimos años. Ahora, Barcelona se suma nuevamente a esa lista, como parte de un modelo que busca acercar el cine español a todos los territorios.
"Volvemos a una ciudad profundamente vinculada al cine y con capacidad para albergar un evento de esta magnitud", destacó Méndez-Leite, que estima un aforo aproximado de 3.000 personas para la gala. El lugar exacto y la fecha aún están por concretarse, aunque previsiblemente se celebrará en febrero, como es habitual, en coordinación con otros eventos clave como los Premios Gaudí,los Oscar y la Berlinale.
El presidente de la Academia también se refiere al legado cinematográfico catalán, citando figuras históricas como Bigas Luna, Vicente Aranda o Pere Portabella, y nombres actuales como Isabel Coixet, Carla Simón, Juan Antonio Bayona o Albert Serra. "No podemos pensar el cine español en términos de compartimentos geográficos estancos. Las películas se hacen con talento de todos lados", subraya.
De cara a la edición de 2026, Méndez-Leite augura una competición reñida: "Va a haber tortas en las películas a competición. Estoy asombrado con lo que está ocurriendo en el cine español últimamente", afirma, haciendo referencia a los prometedores títulos ya vistos en festivales como el de Málaga.
También desliza un deseo que podría sumar relevancia institucional a la gala: la posible asistencia de la reina Letizia. "Cada vez que la veo le insisto en que tiene que venir. A lo mejor Barcelona es el lugar ideal", explica el director, recordando su afición al cine de autor y su conocimiento de directores como David Lynch o Wes Anderson.
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