Política

Santamaría y Cospedal vivirán su 'batalla final' en la pugna por el liderazgo del PP

  • La sucesión de Rajoy puede ser el último capítulo de su gran rivalidad
  • Esta pugna puede dejar a Casado como una 'tercera vía' en el proceso
Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal, el pasado 2 de mayo en Madrid. Foto: EFE

Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal quieren presidir el PP. El anuncio de sus intenciones este martes confirma un escenario ya preconcebido desde el mismo momento en que Mariano Rajoy anunció que se marchaba.

Santamaría se adelantó e hizo el avance en Twitter anunciando que unas horas después comunicaría a los medios su candidatura. Poco después Cospedal comparecía desde Toledo, como estaba previsto, para explicar su decisión directamente en una comparecencia. Hecho el anuncio de Cospedal, Santamaría ha confirmado su decisión en el Congreso de los Diputados.

Las dos personas en las que más confiaba Rajoy y que más rivalidad profesaban entre ellas tendrán ahora la oportunidad de dirimir sus cuitas en una 'batalla final'.

Cospedal: todo por el partido

Cospedal se ha dejado la piel por el partido. Lo ha dicho casi literal al presentarse como candidata. Este argumento de peso es su principal baza en la carrera sucesoria. La "orgullosa" secretaria general del PP cuenta con grandes apoyos dentro del partido y esa posición al frente de la Secretaría supone un aval importante que Santamaría no tiene. Y es que Cospedal se presenta "para ganar, para ganar y para ganar".

La elegida en su día para presidir Castilla La-Mancha sabe de qué habla y llevó al PP hasta la mayoría absoluta en esa comunidad, otra ventaja sobre su contrincante directa en esta 'batalla' que no solo no ostenta ningún cargo orgánico en el partido ahora -tras la salida del Gobierno solo es diputada- sino que tampoco ha sido candidata a unas elecciones.

Cospedal: "Siempre he dado la cara por el PP y me la han partido muchas veces, lo sabéis"

"La decisión sólo podría estar basada en la convicción de lo que es mejor para mi partido. Lo primero, el qué hacer, he querido que estuviera despojado de cualquier pretensión personalista", ha subrayado en su comparecencia. Todo apunta a que una vez se confirmen las precandidaturas el miércoles, Cospedal dejará el cargo de secretaria general del PP: Pablo Casado ha anunciado este martes que dimitirá como vicesecretario de Comunicación del PP.

Consciente del desgaste del PP, Cospedal no se ha olvidado de mencionar el buen hacer de Rajoy al frente del Gobierno y como presidente del partido. En referencia a esa "responsabilidad" que está dispuesta a asumir, Cospedal recordaba que "siempre he dado la cara por el PP y me la han partido muchas veces, lo sabéis. Pero siempre me he vuelto a levantar".

La corrupción, tan negativa en el partido, es otro empuje para Cospedal, que puso la otra mejilla cuando hubo que dar explicaciones mientras afloraban los casos: "Me he enfrentado a individuos que robaron a nuestras espaldas y al propio partido, que ensuciaron nuestras siglas y que están donde tienen que estar".

Santamaría: labor de Gobierno

Buscando una puesta en escena completamento opuesta, Santamaría ha optado por la puerta del Congreso de los Diputados para anunciar su decisión. Una elección que no es casual y que evidencia las distancias que desde hace años la ex vicepresidenta ha querido marcar con el partido y el aparato de Génova.

Precisamente su anuncio ha radicado en la puesta en valor de su labor de Gobierno. Santamaría se ha vendido como una buena gestora y ha sacado pecho por la creación de empleo durante el mandato de Mariano Rajoy. Precisamente la continuación de la labor del hasta ahora presidente ha servido de alegato a Santamaría en su intervención.

Santamaría: "Yo sé lo que es estar en el Gobierno y yo sé lo que es estar en la oposición"

"Tenemos el aval de lo que hemos hecho, ese aval es la puerta de nuestro futuro. Tenemos que creer en nosotros", ha dicho Santamaría antes de subrayar que ella sabe mejor que nadie "lo que es estar en el Gobierno y en la oposición".

Dirigiéndose también al partido, Santamaría ha remarcado que se siente "una militante más" y que se considera "libre" para llegar hasta donde ella se proponga. Además de apelar a la unidad, en su oferta de liderazgo Santamaría ha prometido integridad. Un término que ha enunciado más alto que los demás y que permite discernir que se refería a los casos de corrupción que han afectado hasta ahora a la formación.

Por último, Santamaría ha asegurado que ha hablado con algunos de los otros aspirantes al liderazgo del PP, pero no ha especificado cuáles. De la misma manera, no ha querido entrar a valorar la decisión de Feijóo de echarse a un lado. Inquirida finalmente por si querría participar en un debate con los otros precandidatos, la ex vicepresidenta del Gobierno se ha remitido al Comité organizador del congreso del PP.

Seis para la sucesión

De momento, el guión previsto solo se lo ha saltado Alberto Núñez Feijóo al renunciar a la carrera sucesoria para mantenerse al frente de la Xunta. Ese paso al lado 'recrudece' aún más la 'batalla' que librarán desde ahora hasta el congreso extraordinario del 20 y 21 de julio los bandos en los que Santamaría y Cospedal dividen el PP.

Por el momento los candidatos a suceder a Rajoy son seis: Cospedal, Santamaría, José Manuel García-Margallo, Pablo Casado, José Ramón García Hernández y José Luis Bayo. Aparte de Cospedal y Santamaría, Casado es el otro gran favorito y el aspirante al que algunos pueden empezar a ver como una 'tercera vía'.

Los aspirantes a la batalla sucesoria en el PP tienen hasta este miércoles 20 de junio a las 14:00 horas para presentar sus precandidaturas. Al ser más de uno los precandidatos, se abre paso a una campaña electoral que desembocará en la votación del día 5 de julio. Esa jornada, los afiliados del PP al corriente de pago e incritos en el proceso, elegirán a uno de los precandidatos como futuro líder y a los compromisarios que votarán en el congreso extraordionario.

Escrutados esos resultados, los dos candidatos más votados -a no ser que el más votado alcance el 50% de los votos totales, sea el preferido en el 50% de las circunscripciones y saque más de un 15% al segundo- se medirán en el congreso, donde los compromisarios tomarán la decisión definitiva, conformando con su voto el liderazgo y nueva dirección del partido.

El filtro de los afiliados en el proceso ha supuesto una novedad tal en la maquinaria interna del PP que algunos de los precandidatos han expresado sus dudas a arriesgarse presentándose. Lo que ya queda claro es que los mensajes para una candidatura única que se daban semanas atrás han caído en saco rato. Habrá una competición abierta.

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