
La detención de ayer de Carles Puigdemont en Alemania respondiendo a la euroorden de detención dictada por el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena supone el debilitamiento de JxCat y los planes rupturistas, mientras que abre a la vez las opciones para proponer un candidato a la presidencia de la Generalitat libre de cargas judiciales y que pueda lograr apoyos más allá de las filas independentistas para conseguir la investidura. La detención de Puigdemont despeja a Rajoy el camino a los Presupuestos.
En cualquier caso, el desbloqueo no será inminente, ya que el auto de procesamiento de la causa del procés dictado el viernes por Llarena supuso la entrada en prisión de más diputados de JxCat y ERC, que deberán solicitar la delegación del voto. Se trata del último candidato a la investidura, Jordi Turull, y del exconseller de Territorio Josep Rull, ambos de JxCat, así como del exconseller de Exteriores Raül Romeva, de ERC. Además, la detención de Puigdemont también puede desembocar en que pueda solicitar el voto delegado. En cualquier caso, impedirá que siga imponiendo candidatos desde el extranjero y complica sus planes de paso al lado "provisional". También queda por ver qué pasa con el diputado de ERC huido a Bélgica Antoni Comín, contra el que también pesa orden de detención europea. Las cargas policiales en Barcelona tras el arresto de Puigdemont dejan más de 100 heridos.
Si Puigdemont y Comín pasan a disposición judicial y prisión provisional para evitar una nueva fuga, también podrían optar a delegar el voto, y si fuesen inhabilitados, su escaño podría ser ocupado por otro diputado de sus partidos. En esos escenarios, JxCat y ERC contarían con mayoría simple para poder investir al que sería el cuarto candidato propuesto para iniciar la nueva legislatura tras las elecciones del 21D. Y es que la CUP mantiene su abstención, ya que solo votaría a favor en caso de un plan de gobierno que se salte la ley y lleve adelante el despliegue de la república catalana.
JxCat y ERC suman 66 escaños, frente a los 65 de Cs, PSC, PP y comuns. Pero hasta ahora solo contaban con 64 votos efectivos, al encontrarse Puigdemont y Comín huidos de la justicia española. Para impedir que las decisiones judiciales condicionasen más votos independentistas, Marta Rovira, Carme Forcadell y Dolors Bassa renunciaron a su escaño tras la investidura fallida de Turull el jueves, y fueron sustituidas por otros diputados de ERC. El viernes, Rovira anunció que se sumaba a la lista de políticos secesionistas huidos al extranjero, mientras que Llarena envió a Forcadell y Bassa de nuevo a prisión para evitar su fuga.
Nuevo candidato
Ya sin Puigdemont decidiendo nombres desde el extranjero y con la lista de procesados por el procés desvelada, los diputados que suenan como cuarto candidato cuentan con la ventaja de no tener cuentas pendientes con la justicia. Entre ellos, gana fuerza el portavoz de JxCat y periodista Eduard Pujol. Otro de los nombres en las quinielas es el editor Quim Torra, que precisamente fue quien tomó la palabra en representación de JxCat en la sesión del Parlament del sábado. Ambos fueron reclutados por Puigdemont para su lista con integrantes independientes creada expresamente para las elecciones de diciembre, que dejó al PDeCAT desdibujado en la contienda electoral.
Acercamiento a los 'comuns'
Ante la nueva situación dibujada por las novedades judiciales, que añade condicionantes de nuevos encarcelados, detenidos, extradiciones -que pueden tardar dos e incluso tres meses en materializarse- y posibles inhabilitaciones, el próximo candidato puede intentar buscar apoyos entre los 'comuns' e incluso el PSC. Y es que, con la investidura fallida de Jordi Turull el jueves, se inició la cuenta atrás de dos meses para elegir un nuevo presidente catalán. Si no se consigue, con el 22 de mayo como fecha límite, habrá convocatoria automática de una nueva cita electoral autonómica en Cataluña.
En el debate parlamentario del sábado posterior a la cancelación de la sesión que debía haber realizado la segunda votación para investir a Jordi Turull, el líder de Catalunya en Comú Podem, Xavier Domènech, apuntó a una alianza "transversal" para conformar un nuevo gobierno catalán que acabe con la aplicación del artículo 155, mientras que el cabeza de lista del PSC, Miquel Iceta, también se ofreció a dialogar si el nuevo ejecutivo pretende ceñirse a los cauces que marca la ley. El PDeCAT y ERC repitieron este fin de semana lo que vienen defendiendo desde hace tiempo: la urgencia de conformar Govern para superar la intervención estatal de la administración catalana.