Política

El terrorismo consigue la unidad de los políticos, pero sólo de palabra

  • Hechos y declaraciones ponen de manifiesto la confrontación
Minuto de silencio en Barcelona. Foto: Efe

Hechos y declaraciones ponen de manifiesto la confrontación por el proceso de independenciaPDCat y ERC acuden hoy la reunión del Pacto Antirrorista, aunque como meros observadores.

Unidad es una de las palabras que más mencionan en los últimos días los partidos políticos y las fuerzas vivas de la sociedad. Los atentados de Barcelona y Cambrils de la semana pasada han servido para que los todos hagan especial énfasis en la importancia de la cohesión, pero los hechos y algunas declaraciones ponen de manifiesto que responde a una puesta en escena y no a la voluntad real, al menos de algunos, de intentar llegar a un entendimiento público.

El president de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha advertido ya que los ataques del extremismo radical, que se ha cobrado la vida de 14 personas y ha dejado más de un centenar de heridos, no alterará la hoja de ruta independentista diseñada por su Gobierno, unas palabras que ensombrecen los mensajes que hacen referencia a la colaboración de las instituciones del Estado por parte de representantes de formaciones que defienden la separación de Cataluña o la celebración del referéndum el próximo 1 de octubre.

La unidad fue una de las peticiones que realizó el arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, en la emotiva ceremonia religiosa que se celebró ayer en la Sagrada Familia Barcelona. "La unión nos hace fuertes, la división nos corroe y nos destruye", remarcó durante su homilía en el templo que iba a ser unos de los objetivos de los atentados a gran escala que preparaba la cédula y que no pudieron finalmente perpetrar.

Todos los políticos han hecho gestos en favor de la unidad desde los atentados y han remarcado la colaboración de las instituciones en la investigación y gestión, desde el Rey don Felipe, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy hasta la alcaldesa de la Ciudad Condal, Ada Colau. Este mismo fin de semana la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, remarcaba en una de sus intervenciones que era el "momento de la unidad" entre administraciones y cuerpos y señaló que todos los ministros con una competencia directa en la gestión de un suceso de estas características estuvieron en contacto con sus consellers homólogos.

Estas declaraciones se produjeron el mismo día en el que se hacían palpables ciertas divergencias entre la administración central y la autonómica en un aspecto tal vital como la investigación de los hechos. Mientras el ministro de Interior, Juan Antonio Zoido, daba por desarticulada la cédula terrorista que atentó en Barcelona y Cambrils, los Mossos d'Escuadra y el propio Puigdemont, desmentía tal avance. Eso sí negando que hubiera discrepancias en las versiones. El president indicó en este sentido que "la versión policial la tienen que dar los Mossos y el departamento de Interior, pero aún no se han detenido a algunos elementos vinculados a la acción criminal. No vamos a dar aún por desarticulado el comando».

Socios de Puigdemont

Las divergencias son aún más patentes con los socios de la antigua Convengencia en la Generalitat. La CUP amagó ayer con no asistir a la gran manifestación que ha sido convocada para el próximo sábado en recuerdo de las víctimas. Una de sus diputadas en el Parlamento catalán, Mireia Boya, señaló ayer que su formación esperará para decidir si asistirá a este acto y lanzó graves acusaciones contra el Rey. En una entrevista en Catalunya Ràdio recogida por Ep, Boya señaló que don Felipe "no es bienvenido" por lo que ella considera relaciones de amistad y económicas con Qatar y los Emiratos Árabes, Estados que según, ella, financian al Estado Islámico (IE).

Sostuvo, asimismo, que no le parece bien que el Rey y el presidente del Gobierno encabecen la manifestación que han convocado la Generalitat y el Ayuntamiento y emplazó a que quien lidere la marcha sean los Mossos d'Esquadra, los taxistas y el cuerpo sanitario.

Como colofón, la diputada de la CUP lamentó que el Estado haya iniciado una campaña para usar el atentado contra el independentismo, y aseguró que no tiene "ningún tipo de duda" en que el próximo 1 de octubre los ciudadanos de Cataluña podrán votar en un referéndum.

La puesta en escena de la clase política se vislumbrará una vez más en el día de hoy, cuando representantes de PDCat y ERC-partidos que sustenta el Gobierno catalán- y el PNV se sumen por primera vez a la reunión del Pacto Antiterrorista, aunque en calidad de testigos. Es decir, que no firmarán ninguno de los documentos ni participarán en las deliberaciones y acuerdos que se adopten. En calidad de observador también acudirá Podemos.

ERC señaló hace unos días que su asistencia a esta cita obedece a la "solidaridad con las víctimas, en sintonía con la buena cooperación institucional establecida y teniendo en cuenta las circunstancias internacionales que nos llevan a 13 largos años de lucha contra el reto que supone el terrorismo global". La dirección del partido de Oriol Junqueras, vicepresidente de la Generalitat, manifestó entonces en un comunicado que "la situación excepcional y la realidad de un mundo que cambia de manera vertiginosa nos hacen asistir a la reunión".

Los socialistas también apelan a la unidad de todas las instituciones para vencer al terror. El presidente del PSC, Miquel Iceta, resaltó ayer su importancia tras firmar en el libro de condolencias habilitado por el Ayuntamiento de Barcelona.

Víctimas

Los hechos y algunas palabras frenan los deseos de cohesión manifestados por todos. El proceso independentista continúa, al igual que la división y la falta de entendimiento. Palabras también como las pronunciadas por el conseller de Interior, Joaquim Forn, en las que distinguía entre víctimas catalanas y víctimas españolas, que han hecho saltar chispas en las relaciones siempre tensas entre los gobiernos central y autonómico. Destacados miembros del PP, como su líder en Cataluña, Xabier García Albiol, quien ayer criticaba duramente al conseller.

Albiol, como el resto de políticos, acto seguido, pedía y remarcaba la necesidad de unidad y que ésta se viera en la manifestación del sábado. A su juicio, la movilización debe ser "de todos y para todos". El dirigente remarcó que la coordinación de administraciones ha sido "ejemplo de cómo se deben hacer las cosas", y que tanto la sociedad como las instituciones catalanas y de toda España han estado a la altura.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky