
Desde que Carles Puigdemont pusiera en cuarentena la república independiente catalana que acababa de proclamar, el pasado 10 de octubre, el mercado ha dejado de penalizar a la deuda de la región. Es más, con algo más de claridad sobre el proceso, al menos hasta el 21-D, cuando se celebrarán las elecciones regionales, el precio de muchos de sus bonos ha empezado a repuntar ocasionando, en algunos casos, rentabilidades más altas que la de otra deuda pública. Eso ha beneficiado a gestoras como Pimco que, según Bloomberg, tiene la mayor posición en deuda catalana, de unos 6.000 millones de euros. No es la única gestora que no ha plegado velas tras la crisis catalana.
No es la primera vez que la mayor gestora de renta fija del mundo apuesta por la deuda regional de un país que afronta un movimiento separatista. Según publica Bloomberg, ya en 2014 uno de sus gestores confió en la deuda de Quebec, con la expectativa de que el proceso perdiera impulso. En esta ocasión, y según recoge esta agencia, Pimco posee un 8,3% de todos los bonos de Cataluña, que están calificados de basura por las agencias de calificación. Y en los últimos ocho trimestres habría aumentado su participación en un 17% en la emisión que vence en febrero de 2020.
Desde el pasado 10 de octubre, el precio de este bono repunta más de un 3% frente al 0,74% que rinde un índice de Bank of America Merril Lynch de deuda en euros en el mismo periodo.
En esa misma referencia invierte también la gestora BlueBay AM, que tiene otro 2,7% de toda la deuda catalana en circulación. En esta firma esperan que el margen de rendimiento que Cataluña abona por sus bonos respecto a los de España se estreche a la mitad a partir de ahora. Kaspar Hense, gestor de BlueBay, aseguró en una entrevista en Londres recogida por Bloomberg ser optimista, ya que "la posibilidad de independencia es pequeña y demasiado cara".
Aunque ese sea el escenario principal de estas gestoras, que confían en la unidad de España, Hense dijo también ser cauto de cara a las elecciones del 21 de diciembre, lo que le ha llevado a reducir su exposición a la deuda catalana.