
En cuatro años, la entidad se ha centrado en generar recursos internos ante las limitaciones que asumió en su rescate en 2012 que le impiden afrontar otro tipo de operaciones. En función de lo que ocurra con BMN, se abrirá la puerta a un dividendo extraordinario. Entrevista con Leopoldo Alvear, director financiero de la entidad.
Bankia está a cuatro meses de liberarse del yugo que imponía Bruselas como contraparte a la ayuda financiera que aprobó en 2012 y, aunque suene muy manido, tiene poco o nada que ver con lo que era entonces. Más aún tras el empujón a la banca que se ha producido tras el Brexit. Desde entonces, su acción se ha disparado un 63 por ciento en bolsa, llevando su recomendación hasta la venta después de haberse pasado de frenada. En este trimestre ha formado parte del Eco10, el índice de ideas de calidad de la bolsa española, a pesar de que se ha deteriorado su consejo.
¿A qué se debe la recomendación de venta que tiene Bankia hoy?
Hubo un cambio de inflexión para todo el sector el verano del año pasado. El mercado empezó a ver, entonces, luz al final del túnel en materia de tipos de interés, aunque no creo que se vaya a producir hasta finales del 2018 y tendrá impacto en las cuentas ya en 2019. Además, tanta incertidumbre regulatoria hace imposible poder discriminar entre las entidades que hay en el mercado. Lo que hemos visto en Bankia es que después de la recapitalización teníamos un 6,85 por ciento de capital fully loaded [aquel que incluye todas las exigencias del regulador europeo; es capital de primer nivel]. Desde entonces, por el crecimiento orgánico [interno] del capital, hemos llegado a un 13 por ciento. Casi hemos creado otro banco duplicando el capital. Y, con suerte, en 2017 terminaremos cerca de ratios del 14 por ciento.
¿Cree, entonces, que Bankia puede llegar a ser el banco más rentable respecto a su estructura?
Tenemos dos ventajas competitivas, como son la eficiencia, algo muy difícil de conseguir porque hay que llevar a cabo reestructuraciones muy duras, y segundo, la parte del balance saneado es clave. Después de la recapitalización, hemos hecho provisiones por casi 4.000 millones de euros y otros 1.200 millones por asuntos varios. En ese periodo, hemos reducido en un 45 por ciento nuestros activos dudosos y un 20 por ciento los activos adjudicados [sobre todo, inmuebles]. De esta reducción del 45 por ciento, aproximadamente la mitad ha sido venta a grandes fondos que exigen una cobertura por nuestra parte superior [y que tras salir del balance del banco pasa a formar parte del capital].
¿Cómo repercutirá en las estimaciones la subida de tipos de interés? Hay gente que piensa que los bancos ya han subido lo que tenían que subir en bolsa descontándola.
Esa hipótesis es francamente volátil. Los bancos españoles tenemos el balance escorado al tipo variable. En nuestro caso, un 90 por ciento de los créditos está vinculado al euribor 12 meses -variable a la que están vinculadas la mayoría de las hipotecas en España-, que supone unos 95.000 millones de euros. Lo que es cierto es que cuando lleguen subidas del euribor no muy pronunciadas no tienen por qué repercutir en el alza del coste de los depósitos, con lo que lo que consigues es puro margen para el banco. Todo lo que incremente el euribor y, por lo tanto, el activo [préstamos] no va a tener su reflejo en un aumento del pasivo [depósitos] y, por lo tanto, supone solo ganar en márgenes. Sería algo muy potente para los resultados.
¿Son de los que están reorientando el crédito hacia el consumo ante los escasos beneficios que reportan el resto de préstamos?
Claramente, pymes y consumo son los dos segmentos de mercado en los que queremos crecer, entre otras cosas porque estamos por debajo de la media del sector. Tenemos unos rendimientos medios de los más bajos del sistema, pero eso es debido a que el 60 por ciento de nuestros créditos son hipotecas. En los últimos cuatro años, le hemos dado un giro. Históricamente, nuestro crédito al consumo iba a través de prescriptores [no conocíamos al cliente]. Decidimos salir de ese negocio y vender esa plataforma a un fondo de inversión. A partir de ahí, hemos creado una franquicia de crédito al consumo preconcedido. Es decir, es el departamento de riesgos quien determina a qué porcentaje de nuestros clientes se le puede conceder un préstamo al consumo basado en sus ingresos. Entre el 85 y el 90 por ciento ahora mismo es preconcedido [a través de Internet]. Esto es muy positivo para el banco y el riesgo de impago es prácticamente nulo.
¿En qué momento se libera Bankia de la limitación de poder ampliar capital (comprometida con su intervención)?
Desde el punto de vista regulatorio, la limitación para no poder hacer adquisiciones termina en junio. El Plan de Reestructuración como tal termina en diciembre.
¿Se plantean quedarse con BMN? Parece que son prácticamente la única salida para esta entidad y para el principal accionista, BFA...
El Frob ha encargado un par de informes para ver si tiene más sentido vender los activos por separado o venderlo todo junto. Por lo que yo sé, según el Frob, su deadline [tiempo límite] termina en febrero. A partir de ahí, el Frob tendrá que tomar una decisión. Si la conclusión a la que llega es que la fusión tiene sentido, ambos consejos, los de Bankia y BMN, tendrán que empezar a hablar.
¿Lo tendrían que adquirir sí o sí?
No, nuestro consejo es completamente independiente. No tienen ningún vínculo con la política.
Pero si se hiciera, finalmente, ¿lo harían a 'pulmón', sin recurrir a una ampliación?
Bankia no necesita levantar capital para esto, aunque probablemente se haría un intercambio de acciones. La parte importante respecto a BMN es que todos estemos cómodos con la transacción. Es una entidad que, por cierto, yo creo que ha sido muy bien gestionada durante la crisis, pero a medio plazo las exigencias de capital van a ser un problema para entidades de menor tamaño.
Hay informes que dicen que su exceso de capital puede ir a un mayor pago de dividendos.
No creo que en 2017 vayan a crecer los activos ponderados por riesgo, por lo que no vamos a poder utilizar ese exceso de capital del que se habla. La segunda posibilidad es el crecimiento inorgánico y es ahí donde veremos qué sucede con Banco Mare Nostrum.
Pero, si no hubiera ninguna operación con el 'holding' de cajas, ¿ese dinero, entonces, sí podría destinarse a aumentar el dividendo?
Diferenciaría entre el dividendo actual, donde ya hemos alcanzado el 40 por ciento de payout (porcentaje del beneficio que se destina a retribuir al accionista), y un dividendo extraordinario.
El Frob y BMN entonces están retrasando estos planes?
Claro, porque si no creces orgánicamente, no necesitas un 14 por ciento de capital fully loaded. Desde un punto de vista financiero, habrá que mirar dónde ponemos el capital y qué retorno va a generar para los accionistas.
¿Le preocupan las elecciones en Europa que están por celebrarse?
La gente discrimina perfectamente entre el caso español, que ya hizo los deberes hace años, y el resto. Ahora bien, desde el punto de vista de los inversores, pesa mucho más la geopolítica y la incertidumbre respecto a lo que puede suceder en el futuro. Tenemos que esperar a ver qué ocurre con muchas variables.
Más cerca, en Italia, el Estado trata de aprobar un rescate con dinero público. ¿Sentará las bases para futuros casos en Europa?
Lo que se está haciendo es la aplicación de una nueva normativa. Y eso tiene muchos matices, por ejemplo, en relación a todos los híbridos en manos de minoristas. Lo que suceda será un ejemplo en el futuro.
En EEUU, Donald Trump ha derogado la 'Ley Dodd-Frank'. Después de esto, ¿una mayor laxitud allí afectará también a las entidades españolas?
La percepción que tienen los inversores es que esto podría afectar a toda la banca, porque no deja de ser una desregulación.